Dos de los primeros mamíferos del Jurásico, ''Morganucodon'' y ''Kuehneotherium'', no comían insectos de manera generalizada sino que se alimentaban de dietas especializadas en distintos tipos de insectos. Así, los primeros se decantaron por insectos más duros mientras los segundos se alimentaban de otros más blandos, según concluye una nueva investigación.

Para la mayoría de la gente, la palabra Jurásico evoca imágenes de enormes dinosaurios que se alimentaban de una exuberante vegetación o comiéndose entre sí, pero los mamíferos y sus antepasados inmediatos vivían también en esta época, hace entre 201 y 145 millones de años, aunque fueron criaturas menos espectaculares.

Se cree que estos mamíferos jurásicos tempranos del tamaño de una musaraña fueron confinados a los márgenes ecológicos, comiendo cualquier tipo de insecto que pudieran encontrar. Sin embargo, éste fue también el momento en el que se desarrollaron nuevas características de estos mamíferos, como una mejor audición y dientes capaces de masticar de forma precisa.

Así, si los primeros mamíferos eran todos pequeños insectívoros, ¿dónde estuvo la competencia que impulsó la evolución de esas características? Para responder a esta pregunta, los investigadores estudiaron fósiles de estos primeros mamíferos encontrados en Glamorgan, Gales del Sur, que hace 200 millones de años consistía en una serie de pequeñas islas en un mar continental poco profundo.

Mediante el análisis de la mecánica de la mandíbula y los dientes fósiles, el equipo de esta investigación, cuyos hallazgos se publican en ''Nature'', fue capaz de determinar que dos de los primeros mamíferos,'' Morganucodon'' y ''Kuehneotherium'', no se fueron insectívoros de forma generalizada, sino que ya habían evolucionado dietas especializadas, alimentándose de distintos tipos de insectos.

"Nuestros resultados confirman que la diversificación de las especies de mamíferos en ese momento estaba vinculada con las diferencias en la dieta y la ecología", afirma uno de los autores principales del trabajo, la doctora Pamela Gill, de la Universidad de Bristol, en Reino Unido.

El equipo utilizó rayos X de sincrotrón y exploraciones por TC para revelar con un detalle sin precedentes la anatomía interna de sus diminutas mandíbulas, de sólo dos centímetros de longitud. Como las mandíbulas estaban en muchos pedazos, se unieron mediante una reconstrucción digital completa.

El análisis de elementos finitos, la misma técnica utilizada para diseñar articulaciones de la cadera y uniones, se empleó para realizar un análisis computacional de la fuerza de las mordeduras, lo que demostró que ''Kuehneotherium'' y'' Morganucodo'' tenían muy diferentes habilidades para la caza y la masticación de la presa.

Utilizando un análisis llevado a cabo previamente en los dientes de los actuales murciélagos insectívoros, los científicos encontraron que los dientes de estos dos mamíferos tenían patrones muy diferentes de marcas y arañazos microscópicos, conocidos como ''micro-desgaste'', lo que indica ''Morganucodon'' se decantó por alimentos duros crujientes como los escarabajos mientras ''Kuehneotherium'' seleccionaba alimentos más blandos, como moscas escorpión, que eran comunes en la época.

El profesor Mark Purnell, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, señala: "Ésta es la primera vez que se utilizan los patrones de desgaste de los dientes para analizar la dieta de los mamíferos de esta época. Comparar su desgaste dental con el de los murciélagos que se especializan en diferentes tipos de insectos nos da fuerte evidencia de que estos mamíferos primitivos no eran generalistas cuando se trataba de la dieta, sino que eran bastante precisos en su elección de alimentos".

El líder del equipo, la profesora Emily Rayfield, de la Universidad de Bristol, añade: "Este estudio es importante, ya que muestra por primera vez que las características que nos hacen únicos entre los mamíferos, como tener sólo un conjunto de dientes de reemplazo y una articulación especializada de la mandíbula y aparatos de audición, se asocian con los mamíferos muy primitivos que empiezan a especializar sus dientes y sus mandíbulas para comer cosas diferentes".