La Organización Mundial de la Salud ha cifrado en más de 1200 las personas que han muerto este año por el virus del Ébola. Una enfermedad que aún no posee un tratamiento efectivo y que se ha extendido rápidamente por diferentes países de África. Un continente con pocos recursos al que no le suena como algo nuevo este virus ya que lleva manifestándose allí desde 1976. Ese fue el año en el que se descubrió, aunque es ahora cuando se ha creado una fuerte alarma social al conocerse el número de infectados y fallecidos, algunos de ellos occidentales, como el religioso español Miguel Pajares. El actual brote está siendo el más mortífero que se ha registrado hasta la fecha y la preocupación ha crecido a escala mundial.

Canarias, por su proximidad al continente africano, ha sido una de las comunidades que más ha estado al tanto de la evolución de esta enfermedad hemorrágica sin cura de momento. Aun así, el director del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias, Basilio Valladares, asegura que el archipiélago "debe estar igual de atento que otras zonas de España porque la gente llega en avión y en barco". Incluso, agrega que "una persona con ébola puede entrar en las Islas y, pese a que no es fácil, es posible. No obstante, que se genere un brote aquí es prácticamente imposible". Además, con respecto a la inmigración se muestra tajante al señalar que "es más sencillo que entre alguien con la enfermedad por un aeropuerto que por cayuco".

Tras los tres posibles casos de pacientes con el virus, uno en Alicante, otro en Bilbao y uno más en Barcelona el pasado viernes, los dos primeros descartados días después, Canarias también se encuentra preparada. Los hospitales de referencia ya han activado los protocolos contra el ébola habilitando zonas de aislamiento. Valladares indica que "el virus no tiene alas para volar, debe venir con una persona, el contagio es directo de persona a persona". Por esta razón, cree que el problema que se crearía en el archipiélago sería el mismo que en Madrid, Barcelona o Valencia y afirma que "los protocolos de actuación son iguales en todos lados".

Algunos expertos apuntan a que se podría tener una vacuna en 2015. Sin embargo, el catedrático en Parasitología lo ve "tremendamente difícil. El proceso para obtener un remedio adecuado en estas enfermedades es largo y tedioso". De esta manera, Valladares ha indicado que en el caso el ébola, "el comité de bioética de la OMS ha autorizado la utilización de unos anticuerpos sin saber si puede generar patologías en las personas y si es efectivo". Asimismo, hace referencia a que "normalmente los medicamentos los elaboran las industrias far­ma­céuticas y siempre hacen sus números", aunque señala que dichas industrias están tomando conciencia a la hora de invertir en la investigación de las enfermedades denominadas olvidadas.

El ébola, que continúa cobrándose vidas en África, no es el único virus hemorrágico que se tiene registrado en el continente. Según Basilio Valladares, "este virus ha llamado mucho la atención porque se ha extendido hacia las grandes ciudades y ha afectado a médicos que atienden a los pacientes, algunos de los cuales no son africanos". Una realidad que el director del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias ve difícil cambiar a corto plazo al poner en duda que se desarrolle una vacuna efectiva para 2015.

El dengue, un bulo de las redes sociales

La posibilidad de la llegada del mosquito del dengue hace un par de semanas y ahora el virus del Ébola han despertado cierta cierta alerta social en Canarias. Aun así, el director del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias hace un llamamiento a la calma para que la sociedad se mantenga atenta a la información que facilitan las fuentes fiables, como la dirección General de Salud Pública. Así lo afirma tras señalar que el bulo creado en las redes sociales en relación al dengue generó un problema tremendamente importante. "Se bloquearon los teléfonos del 112, las llamadas de padres asustados por lo que le pudiese ocurrirle a sus hijos fueron continuas, de mujeres embarazadas preocupadas por saber si le daba el dengue si le podría pasar algo al niño y al final fue una mentira como un camión". Además, concluye Valladares afirmando que el archipiélago mantiene un sistema de vigilancia para que no entren vectores (mosquitos) para estar protegidos de todas esas enfermedades que puedan trasmitirse.