Con el verano a punto de echar el cierre, la Guardia Civil de Ceuta mantiene sus servicios en permanente estado de alerta por la nueva fórmula encontrada por las mafias para introducir inmigrantes: las motos de agua, un negocio rápido y lucrativo.

Fuentes del instituto armado han informado de que las medidas de seguridad realizadas en los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo terrestre de Ceuta empujan a las mafias que trafican con los seres humanos a buscar nuevos métodos para que los inmigrantes lleguen a las costas españolas.

La Guardia Civil ha advertido de que la introducción de estas personas en motos de agua ha dejado de ser un caso aislado y se ha convertido en una nueva fórmula que reporta a los traficantes beneficios rápidos con una poca inversión.

Un total de 12 inmigrantes subsaharianos han sido dejados en playas de Ceuta próximas a la frontera con Marruecos en los meses de julio y agosto, en la practica totalidad de los casos a plena luz del día, según los datos oficiales aportados por la Delegación del Gobierno.

En todas las situaciones se trata de jóvenes inmigrantes subsaharianos que pagan a las mafias para ser trasladados en motos de agua de gran cilindrada que recorren la escasa distancia entre las costas de Marruecos y Ceuta en un corto espacio de tiempo, no superior a los quince minutos.

La Guardia Civil ha destacado que este tipo de pases se suele concentrar entre las 14.30 horas y las 16.30 horas y que los inmigrantes suelen ser abandonados cerca de la playa o en la misma orilla.

El último caso se registró el pasado día 16 de agosto, cuando un joven subsahariano de 19 años era dejado en la playa del Tarajal y tuvo que ser trasladado al hospital al sufrir una luxación de hombro al saltar desde la moto de agua en marcha.

Las investigaciones abiertas hasta el momento han permitido detener ya a uno de los pilotos de estas motos de agua, el ceutí M.H.M., de 24 años, que tenía numerosos antecedentes y que había sido arrestado en dos ocasiones más por el mismo delito al introducir a inmigrantes en embarcaciones de recreo a motor.

Además, estos pases han sorprendido a muchos bañistas en las playas: "Los dejan cerca de la orilla como maletas y luego se marchan rápidamente hacia Marruecos", ha dicho Said Abdelkader, uno de los jóvenes que se ha topado con esta situación cuando se bañaba en la playa del Sarchal.

Las motos de agua se han unido ya a las tradicionales "toy" o balsas playeras, a los ahora olvidados cayucos, a las tradicionales pateras y otro tipo de artilugios marítimos que se están empleando para que los inmigrantes lleguen clandestinamente a las costas españolas.

La Guardia Civil, mientras tanto, sólo puede vigilar e intentar detener "in fraganti" a alguno de los pasadores, a pesar de la dificultad que supone esta acción de un negocio considerado rápido y lucrativo.