Un proyecto de investigación español ha demostrado, por primera vez, que el consumo de alimentos propios de la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama hasta en un 30 por ciento.

Es una de las principales conclusiones del estudio coordinado por la investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, publicado el pasado mes de agosto en la revista científica British Journal of Cancer y presentado hoy en Madrid.

Realizado en mas de 2.000 mujeres, el estudio revela que el consumo de alimentos típicos de la dieta mediterránea, como pescado, vegetales, legumbres, frutas y aceite de oliva, muestra "un claro efecto protector" en un subtipo de tumor, el triple negativo, que generalmente es más agresivo.

Según ha explicado Pollán, la investigación ha puesto asimismo de manifiesto que la llamada dieta occidental -productos grasos, carne procesada, dulces y bebidas calóricas- es la mas perjudicial para desarrollar cáncer de mama además de ser la mas frecuente entre las jóvenes españolas.