La organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió ayer de que el brote de ébola en el África Occidental, además de sus consecuencias sanitarias, amenaza las próximas cosechas y está aumentando los precios de los alimentos.

En un comunicado, la FAO explicó que las interrupciones en el comercio alimentario en los tres países de África Occidental más afectados por el ébola -Guinea, Liberia y Sierra Leona- han provocado que los precios sean cada vez más caros y los alimentos difíciles de conseguir, mientras que la escasez de mano de obra en la agricultura amenaza la próxima temporada de recolección.

Asimismo, las restricciones al movimiento de personas impuestas para luchar contra la propagación del virus limitan también la circulación y comercialización de alimentos.

Ante ello, "la gente ha comenzado a comprar por pánico y esto ha creado escasez de alimentos y fuertes incrementos en los precios de algunos productos básicos, sobre todo en los centros urbanos", agregó el organismo de Naciones Unidas.

La FAO también lanzó la alarma debido a que la principal temporada de recolección para los dos cultivos clave en la región -arroz y millo- se acerca y la escasez de mano de obra debido a las restricciones de movimiento y la migración a otras zonas afectarán gravemente a la producción agrícola, poniendo en peligro la seguridad alimentaria de un gran número de personas.

"Se espera que la producción de cultivos comerciales como aceite de palma, cacao y caucho -de la que dependen el sustento y los ingresos que permiten comprar alimentos de muchas familias- resulte gravemente afectada", añadió la FAO.

Otra organización de la ONU, Unicef, alertó ayer de que la epidemia pone en peligro las campañas regulares de vacunación en dichas naciones. Asimismo, enfermedades muy peligrosas para los niños como la malaria, la diarrea, la neumonía o la malnutrición grave "no están siendo tratadas", afirmó Christoph Boulierac, portavoz de la institución.

"El paludismo, los casos de diarrea o de complicaciones pulmonares no se tratan aunque son extremadamente peligrosos para los menores. Cabe la posibilidad de que se den casos de polio o de sarampión porque las campañas de vacunación están en punto muerto", dijo.

Preguntado al respecto, Boulierac no pudo dar más precisiones, ni sobre qué campañas de inmunización habían sufrido retraso, cuáles estaban totalmente paralizadas, qué enfermedades eran las más susceptibles de resurgir o qué riesgo implicaba ello para los países afectados.

"Los sistemas de salud, muy frágiles, están saturados con la lucha contra el ébola, y enfermedades crónicas o el trabajo regular se ha dejado de lado", se limitó a decir.