Parece que hablar de todo lo negativo que ocurre a nuestro alrededor es algo de lo que no se puede prescindir. Aunque existen, hay otras historias de las que no se hablan tanto.

José y Paquí (se han cambiado sus nombres) vivían desde hace unos años una situación económica complicada que se fue deteriorando. Trabajaban y vivían al día con un salario que les permitía dar de comer a sus hijos y hacer frente a los pagos.

En los últimos meses, y después de muchos en desempleo, vivieron más endeudados que nunca, perdieron su casa y vivían sin ningún tipo de prestación ni subsidio, recurriendo finalmente a servicios sociales y otras entidades.

Después de varios años en desempleo, sonó el teléfono y Paqui tiene una oportunidad. Detrás de ella existen muchos meses de sufrimiento, pero sobre todo de confianza en que su situación cambiaría si ella y su marido no desistían. Siempre creyeron que a pesar de sus circunstancias la alternativa mejor para emplearse era la búsqueda activa. Diariamente se distribuían para visitar páginas web de empleo, se organizaban con amigos para repartir currículums, se inscribían en cursos formativos, visitaban los recursos de empleo y establecían contactos. A pesar de la necesidad, seguían sin perder la esperanza de que alguien les diera una oportunidad como fruto de su dedicación. Y así ha sido.

José y Paqui son un claro ejemplo de que solo creyendo y siendo constante, llenando de actividad el día a día, formándose y teniendo una actitud positiva, todo llega.