El pasado fin de semana se celebró una de las citas más señaladas en el norte de Tenerife, la feria de artesanía de Pinolere. En ella participaron más de 200 artesanos y, pese a la lluvia del domingo, contó con la visita de cientos de personas disputas a comprar o, al menos, a darse un paseo deleitándose con los productos tinerfeños. Un sector, alejado de las manufacturas, que requiere dedicación y, sobre todo, que como muchos otros tratan de combatir la crisis de la mejor forma posible. “El problema es el que tenemos todos. Con un 30% de paro en las Islas Canarias se nota a la hora de vender ya sea el producto artesano o no”, asegura Pedro Martín, presidente de la asociación Crearte.

A pesar de que la artesanía también se ha visto resentida económicamente, Efraín Medina, consejero del área de Empleo, Desarrollo Económico y Comercio, lo tiene claro. “Los artesanos han entendido que para formar parte del Producto Interior Bruto de la isla de Tenerife, aparte de la calidad, deben tener proyectos interesantes, protegiendo sus productos pero pensando en clave de emprendimiento y comercio exterior”. Incluso, añade que “los artesanos están creando negocios o formando asociaciones para tener sus propios espacios como ha realizado Crearte. Ya no son solo las ferias sino que también es la fabricación, la producción y la comercialización diaria”.

El trabajo artesanal se ha visto abocado a cambiar en los últimos años. “Somos empresarios y tenemos que romper muchos conceptos erróneos que puedan existir todavía en el público”, afirma Martín. Además, recalca que “el artesano, hoy por hoy, no tiene nada que ver con un hippie que hace pulseritas, con todos mis respetos”. Asimismo, dada la necesidad de llegar a un mayor número de personas, desde Crearte señalan que se han reciclado profesionalmente hablando y en uno de los campos en los que se han adentrado son las nuevas tecnologías. Pedro Martín confiesa que más del 80% de los artesanos hoy en día tratan de distribuir o publicitar, de alguna manera, sus creaciones por Internet, aunque admite que “hay cierto sector que por edad o por sus circunstancias no se adaptan a estas plataformas virtuales”.

El comercio electrónico es uno de los caballos de batalla en la apuesta para la artesanía del cabildo de Tenerife. Efraín Medina asegura que el e-commerce permite que los productos no solo se vendan en las Islas sino que se distribuye en cualquier lugar del mundo. Además, tanto el consejero como el presidente de Crearte están de acuerdo en que la sociedad tinerfeña compra cada vez más artesanía. Esta situación se produce porque las creaciones “tienen mayor calidad, una parte de innovación y el consumidor final está buscando productos artesanos que le sean útiles”. Incluso, Pedro Martín, integrante de un proyecto de artesanía en Europa, concluye que “desde el punto de vista creativo, del diseño y de presentación, hay muy pocos lugares en el continente europeo que se puedan comparar con Canarias”.