Hay que aprovechar pues cualquier momento libre para seguir estando activos. Hay cinco aspectos que relacionan la actividad con conseguir un empleo.

Movimiento. Implica un acceso a recursos a diario, no hace falta caminar kilómetros, es preferible enfocar la búsqueda y elaborar una estrategia para optar a las ofertas relacionadas con las preferencias profesionales, que repartir sin ton ni son.

Búsqueda de información, de cursos formativos, de voluntariado o de empleo. Emplearse es el objetivo más deseado pero a veces pasa por informarse primero, formarse luego, optar a algunas prácticas (sobre todo si no se tiene experiencia) o por hacer voluntariado. Internet ofrece muchísimas facilidades.

El tiempo asignado a la búsqueda de trabajo debe de cumplirse como si fuera un trabajo. Hay que dedicar un poco del tiempo a navegar por internet, preguntar, llamar e informarse. Siempre será preferible calidad a cantidad pero en este caso la cantidad aumenta las probabilidades. Es mejor buscar a diario.

Sin organización la búsqueda es menos efectiva. La cantidad de recursos, de información y de opciones puede confundir hasta a la persona con la memoria más potente, es por ello que lo recomendable es apoyarse siempre que se pueda de la Agenda de Empleo.

La constancia es importante porque de nada sirve activarse para buscar, empleando el tiempo y organizándose, si no se es constante en todo ello. La clave de la búsqueda activa es no perder la constancia y perseverar en el objetivo día tras día a pesar de la frustración que produce el no encontrar. La meta a alcanzar justifica el trabajo realizado.