De sus manos nació el primer niño probeta en España hace unos 30 años. Desde entonces, el prestigio de Pedro Barri, director del instituto Dexeus de Barcelona, solo ha ido hacia arriba como padre de la reproducción asistida en el país. El pasado fin de semana se subió a un barco en Puerto Colón (Adeje) con buena parte de su familia para disfrutar de los cetáceos en directo. Unos animales que paren en el agua como hacen una minoría de personas. A Barri le parece bien, pero no que no se tomen medidas médicas preventivas. No obstante, el verdadero problema de la sanidad española, a su juicio, es el "cortoplacismo de los políticos". Ha estado presente en la Isla para participar en el XXIII Congreso de Obstetricia y Ginecología Canaria.

¿Cuál es la salud de la Obstetricia y Ginecología en las Islas?

La ginecología en Canarias siempre ha sido de muy buen nivel. Tanto en la formación de los profesionales como en la ejecución está a nivel de la ginecología española...

¿Nivel que, a escala mundial, se sitúa en...?

En primera, primera línea mundial. En cuanto a resultados con las técnicas de reproducción asistida no hay países por delante. Podemos estar muy orgullosos.

¿La crisis no ha pasado factura en esta especialidad?

No en cuanto a la calidad, pero sí ha afectado, pero como a todo, a la cantidad de asistencias por las restricciones en el sector público. En reproducción ha habido reducciones porque se considera, por error, que la esterilidad es una enfermedad que no se puede solucionar. Los políticos deberían darse cuenta de que una sociedad en la que no nacen niños, envejece y pierde. Es el problema de las políticas cortoplacistas. En ayudas a fecundidad estamos muy por detrás de países como los escandinavos.

¿Se ha resentido mucho la investigación en este ámbito por los recortes?

Por suerte, la investigación evoluciona avanza a su ritmo, pero las ayudas públicas cada vez son más limitadas. En esto vamos mal. Tuvimos un Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología que ya no existe. Yo tuve muy buena relación con la ministra Cristina Garmendia y, una vez, en su despacho, me dijo que ese mismo día le habían recortado el presupuesto un 30%. Así es muy difícil, pues se tiene que recortar en todas partes.

Pese a todo, ¿dónde situaría ahora a la sanidad española en general?

En esto no hay un ranking, pero está en primera división sin lugar a dudas. En oncología, trasplantes, medicina regenerativa, en investigación, células madre... Técnicamente, en todo esto estamos en primer nivel...

¿Y los recortes no lo están poniendo en riesgo?

Sí, claro. El problema es que los recortes afectan doblemente: hay menos inversión y listas de espera más largas, y, encima, el que pone la cara a esto son los médicos y el personal sanitario; y, por otro lado, los recortes tan grandes en investigación suponen pérdida de empleo. Lo peor es que, lo que no investiguemos, lo tendremos que comprar, con lo que, al final, nos saldrá más caro. De ahí que critique el cortoplacismo de los políticos, que siempre dicen eso de que hay elecciones en poco, pero no miran a cinco o diez años dista.

¿El cortoplacismo es el mayor enemigo?

En sanidad, sin duda.

¿Ha ido hacia atrás España también con leyes como la del aborto o las restricciones a investigar con células madre?

España es un país libre y pluriconfesional. No puede ocurrir que se lleven las ideologías políticas o religiosas a este ámbito, pues afecta a toda la población...

Eso es lo que ocurre con la ley del aborto...

Sí, es uno de los ejemplos.

O sea, ¿le parece mal?

Creo que España es un país plural, en el que deben caber todas las ideologías. Esto ha de quedar en una perspectiva médica, y no leyes que obliguen o prohíban

¿Teme un gran aumento de los abortos clandestinos y, por tanto, de los riesgos para la salud de las mujeres?

Sin duda. La ilegalidad va a campar a sus anchas y se perjudicará la salud sin lugar a dudas.

A pesar de esto, ¿la democracia ha permitido diluir muchos tabúes y típicos sobre ginecología entre la población?

Por supuesto. Recuerdo que, cuando estudiaba la carrera y la especialidad, la anticoncepción era algo tabú. De eso no se podía hablar ni en congresos, y ahora es algo totalmente normal en la vida diaria.

En el Congreso de Obstetricia se homenajea a José Carlos Alberto. ¿Qué dice de él?

Que es una de las figuras de la Ginecología española, en asistencia y en su capacidad en la formación de jóvenes médicos, que le han reconocido durante años.

Durante su estancia en la Isla se ha interesado por la observación de cetáceos. ¿Deberíamos imitarles más los humanos y parir más en el agua?

Bueno, la clave está en que ellos viven siempre en el agua. A mí no me parece mal que se para en el agua, pero sí que no se tomen medidas médicas por si acaso. En un 97% de los partos, no ocurre nada, pues es un proceso muy natural, pero hay que tener en cuenta ese 3% y nunca se debe descuidar la prevención médica.