La misión "Rosetta", una sonda espacial que ha concluido un viaje de diez años por el Sistema Solar hasta llegar al cometa en el que tiene previsto aterrizar el próximo noviembre, ha fijado el punto del astro 67/P Churyumov-Gerasimenko donde espera posarse, informó ayer la Agencia Espacial Europea (ESA).

El lugar elegido, al que los científicos denominan "punto J" y que ocupa una superficie de un kilómetro cuadrado, se encuentra en la "cabeza" del cometa, solo a cuatro kilómetros de su extremo exterior, y se ha revelado como el más idóneo de los cinco que habían preseleccionado los expertos, aunque no es absolutamente perfecto.

"Ninguno de los sitios candidatos cumple con el cien por cien de los criterios operacionales, pero el punto J es claramente la mejor solución", señaló el responsable de la maniobra de aterrizaje, Stephan Ulamec.

El aterrizaje requerirá unas siete horas para desarrollarse una delicada operación inédita hasta ahora en la historia de la exploración espacia,l pues se trata de la primera vez que un ingenio construido por el hombre tomará tierra en un cometa que vuela a unos 440 millones de kilómetros del planeta azul.