Existen reglas para buscar empleo conocidas por todos que nos facilitan el proceso de búsqueda activa de empleo, sin embargo hay otras que siendo igualmente conocidas no producen los resultados esperados.

Uno de los aspectos que requiere de gran importancia conocer, para saber que cuestiones debemos llevar a cabo o no con el fin de ser contratados, es como no frustrarse a la hora de buscar empleo. A lo largo de los años dedicados a la orientación laboral, son muchos los casos que encontramos sobre personas que recurren a estrategias que, a priori pueden parecer que le den resultados, pero que al final son meras frustradoras del proceso de búsqueda activa. Las relacionamos con el objetivo de que las conozcas e intentes evitarlas y/o afrontarlas según corresponda:

1. No ajustar el Currículum Vitae (CV) al puesto de trabajo resta oportunidades de avanzar en el proceso de selección. La persona que selecciona busca un perfil determinado que se ajuste a lo que está buscando. Por lo tanto no llenes el Currículum de aspectos que no son interesantes para el puesto ofertado, a no ser que conlleve un fin determinado (por ejemplo, justificar periodos de actividad estando desempleado).

2. Repartir CV a doquier sin conocer el perfil de trabajadores que contrata la empresa y sus necesidades de trabajo, no solo traerá un gasto excesivo de papel (si lo entregas en mano), sino que tu nivel de frustración aumentará al comprobar que de 100 sitios en los que lo has dejado ni siquiera uno te llama. Por tanto, repartir sí, pero con consciencia.

3. Enviar el CV en repetidas ocasiones a la misma empresa sin tener en cuenta un espacio mínimo de tiempo en el cual sería conveniente enviarlo. Normalmente las bases de datos se refrescan cada 6 meses, pasado ese tiempo puedes volver a hacerlo.

4. El intentar convencerse de argumentos explicativos pesimistas de la situación actual con agentes externos o propios. Ejemplos, "no hay trabajo", "es cuestión de suerte", "siempre cogerán a los mismos", "nadie me da la oportunidad", "no valgo para nada", etc. Llenar tu día a día de argumentos de este tipo no sólo conseguirán bloquearte y te alentarán a dejar de buscar, sino que generarán un estado de ánimo negativo que podrá desembocar desde la tristeza e inactividad a la hora de buscar trabajo hasta la depresión.

5. La falta de recursos necesarios para alcanzar lo que nos proponemos suele ser uno de los principales frustradores del proceso. Si una vez barajadas las posibilidades que tienes a tu alcance, determinas que no existen alternativas viables, quizás sea el momento de generarlas tú mismo o de tener en cuenta otras que pueden proporcionarte lo que buscas. Lo que no cabe duda es que la necesidad agudiza el ingenio y en época de crisis es cuando más propuestas y proyectos distintos surgen. Quizás este sea tu momento para salir fuera, emprender, formarte en otro campo o hacer voluntariado. Todo debe ser valorable.

6. No obtener respuesta del proceso de selección, no saber si hemos sido seleccionados para el puesto, largos periodos de espera para conseguir cita en los recursos de empleo existentes y no obtener la respuesta necesaria, son varios focos importantes de frustración. Ante esto podemos llamar, preguntar e insistir para que nos proporcionen las respuestas que necesitamos. La paciencia en este sentido es también muy importante.

7. No conseguir los objetivos, sobre todo cuando hay un trabajo detrás. Este puede que sea el mayor elemento frustrante de todos. Siempre nos han inculcado que hay que esforzarse para obtener mejores resultados. A pesar de que no se cumpla en el 100% de los casos, las estadísticas de desempleo corroboran que sin formación tenemos menos posibilidades, así que nunca dejes de estar activo, sobre todo estando en desempleo.

Como ves son muchos los elementos que día a día pueden llevarnos a la frustración, a desalentarnos, pero si no ponemos de nuestra parte para reconocerlos y hacerles frente claudicaremos y acabaremos por restarnos nosotros mismos las oportunidades. Ya lo decía Pablo Picasso "cuando llegue la inspiración, que me pille trabajando". Cuando llegue el empleo, que nos pille buscando.