Al parecer, es posible hacer humor con la ciencia, y además que esta función la haga un científico. Eso, al menos, mantienen los autores de un libro de reciente publicación, “Si tú me dices gen lo dejo todo”, editorial La Esfera de Los Libros, parafraseando (aclaración dirigida a los jóvenes) el título de la canción más famosa de Los Panchos. Y para demostrar el aserto, los autores de la obra harán de monologuistas, exponiendo de cara al público cómo se puede uno reír de “teoremas, rayos cósmicos, partículas, bacterias y demás curiosidades”, según explica un comunicado de su editorial.

Los científicos humoristas, agrupados bajo la denominación The Big Van Theory --de nuevo tomada de otros, en este caso de una serie de televisión-- harán una gira que va a pasar por Tenerife del 29 al 31 de octubre y que contará con la actuación de alguien de la tierra: Irene Puerto Giménez, doctora en Física e investigadora en el Instituto de Astrofísica de Canarias.

Para entender las pretensiones de estos muchachos nada mejor que leer el prólogo del libro, que ya se lo adelanta eldia.es: “Derribar los muros que rodean el hacer accesible el conocimiento ha sido una de las grandes barreras que la ciencia ha querido siempre superar para poder encender esa llama interior que todos llevamos dentro, que se llama curiosidad. Y eso es algo que The Big Van Theory está empezando a demostrar que es posible; y además, provocando una de las reacciones químicas más fuertes que suceden en nuestro cuerpo y golpean nuestro cerebro: la risa”, afirma el actor y cómico Flipy.

“Investigadores de día, monologuistas de noche”. Así definen el comunicado de su editorial a los miembros del grupo The Big Van Theory, que son físicos, ingenieros, bióquímicos, matemáticos, etc. “Somos científicos de distintas ramas de la ciencia que durante el último año hemos estado recorriendo escenarios de todo tipo por nuestro país y algunos otros, haciendo un espectáculo de monólogos científicos en el que tratamos de explicar de una forma amena algunos de los hermosos secretos de la ciencia”, resumen su misión.

Y, como adelanto para que se vayan haciendo una idea del tipo de humor que proponen, ahí van los títulos de algunos de los monólogos: “La planta, cuanto más peluda, más cojonuda”, “Un teorema es para siempre”, “¿Hay alguien ahí fuera?”, “¡Ay, que me duele el transcriptoma!”, “Genes de día, genes de noche”, “Migrañas terráqueas”, “La célula fatal”, “Hay que ser biotecnólogo para transformar mierda en electricidad”.