Nada ha cambiado a simple vista en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC). Los pasillos, las consultas, incluso las urgencias están igual que siempre; sin embargo, desde hace casi dos meses un ala de la primera planta del lado norte del edificio de hospitalización está preparada para poder recibir y tratar cualquier caso de ébola que se detecte en la provincia.

En concreto, se trata de la planta de medicina interna especializada en pacientes infecciosos. Se ha determinado como la zona más adecuada, puesto que es donde hay más habitaciones preparadas para aislamiento con presión negativa y conectadas a otras habitaciones, en donde el personal puede prepararse para entrar a la del paciente.

"No significa que esas habitaciones estén sin uso a la espera de que se presente un posible caso, no. Son habitaciones ocupadas por pacientes contagiosos, pero que podrían trasladarse a otras habitaciones de la misma planta sin generar ningún problema porque su patología no es tan grave como la del ébola", detalla una enfermera del centro que prefiere salvaguardar su identidad, pero que asegura estar "tranquila".

"Hay otras enfermedades muy graves y también contagiosas de las que no se está hablando y con las que los sanitarios convivimos a diario. No es que esta sea una más, pero con histerismo no llegamos a ninguna parte", insiste.

Respecto a los famosos trajes destinados a impedir que exista el más mínimo contacto entre los enfermos y el personal sanitario, se han colocado en la propia unidad, aunque también hay en urgencias y, según dicen los trabajadores, "el hospital ha doblado el stock en las últimas semanas para mayor seguridad y tranquilidad del personal".

"Son trajes especiales; de hecho, son equipos de protección individual que se tiene que poner cualquier trabajador, ya sea médico, enfermero, celador o limpiador que vaya a atender alguna necesidad de una paciente ingresado en esas habitaciones aisladas", detallaba ayer otra enfermera que reconoce que "en las últimos días ya hay más calma, después del susto que dio la compañera del Hospital Carlos III de Madrid".

Y es que los trabajadores de La Candelaria aseguran que cuando en agosto se les explicó el protocolo ideado por el Ministerio de Sanidad para actuar ante un posible caso de ébola, lo consideraron como "bueno y adecuado".

"Era similar al de otras enfermedades muy contagiosas, con algunos cambios específicos, pero después de lo del Carlos III se han disipado muchas dudas, hemos aprendido de los errores y se funciona mejor. Si el ébola viene lo estaremos esperando preparados para hacerle frente y para darle la mejor atención posible al paciente", detallaba ayer otra enfermera.

"Se dio y se está dando formación especial a los profesionales de Atención Primaria y también a las urgencias, pero también se seleccionaron aviones y ambulancias especialmente equipadas para poder trasladar a estos pacientes sin riesgo de contagio para el personal que lo asista", recuerda un enfermero que, sin embargo, al igual que sus compañeras y que un celador del mismo centro, aseguran que "es a la población a la que hay que hacer llegar un mensaje de calma para que sepa que el riesgo de contagio es bajo".

"Los políticos se han puesto las pilas y quieren que estemos tranquilos. Al principio se colocó la información en la intranet y nos enterábamos casi de más cosas fuera del hospital que dentro, pero ahora no. Hemos hecho simulacros y la formación se seguirá dando todo el tiempo que sea necesario que, según nos han dicho, probablemente será hasta que remita la alerta, así que estamos ganando en tranquilidad", sentenciaron.

REACCIONES

Catalina Darias

Delegada de intersindical canaria

"Los simulacros no se hacen con los trajes buenos"

El sindicato Intersindical Canaria (IC) denunció ayer en una rueda de prensa que los simulacros de un posible caso de ébola en Canarias se hacen con los "trajes más económicos para no estropear los buenos". Además, la portavoz de la Federación de Salud del sindicato, Catalina Darias, cuestionó la ruta escogida por el Servicio Canario de Salud (SCS) dentro de La Candelaria para introducir a posibles enfermos de ébola en el centro, porque coincide con zonas utilizadas por los pacientes que acuden a urgencias. E insistió en que sigue faltando información.