La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias confirmó a primera hora de la tarde de ayer que los resultados de la primera analítica efectuada por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid a Kevin García -el enfermero que se fue de cooperante este verano a Sierra Leona para prestar sus servicios contra el ébola- han sido negativos para el virus, si bien el estudio de su sangre ha revelado que sí que padece malaria.

No obstante, el protocolo establecido por los microbiólogos del Carlos III para el ébola obliga a esperar tres días y realizar una segunda prueba analítica que confirme la veracidad de este primer test, puesto que habitualmente se generan los denominados "falsos positivos".

Por esta razón , el paciente permanece aislado con una habitación de presión negativa de la primera planta de hospitalización del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), donde continuará hasta que se aclare definitivamente su patología.

Mientras tanto Kevin será tratado con normalidad de la malaria por el personal de la planta de enfermedades contagiosas.

Las muestras de la segunda prueba serán tomadas el próximo lunes y volverán a ser remitidas al Instituto de Salud Carlos III, que, según los protocolos establecidos, cuenta con 24 horas a partir de la recepción de la muestra para dar los resultados.

Respecto a la pareja y al hijo de corta edad de Kevin, la Consejería de Sanidad confirma que continuarán en observación hasta que se conozcan los resultados definitivos, si bien ninguno de los dos tiene ningún síntoma.

Aunque las pruebas las podría realizar el laboratorio de La Candelaria porque está capacitado y tiene los medios para ello, el Ministerio de Sanidad ha ordenado que todas las muestras de sangre vinculadas a un posible caso de ébola se envíen al Instituto Carlos III, decretándolo como centro de referencia nacional.

Respecto a la malaria, el experto en Microbiología y Medicina Preventiva, Antonio Sierra, explicó ayer a este periódico que es "una patología con muy buen pronóstico para cualquier paciente joven si es tratado en los países occidentales. Desgraciadamente no sucede lo mismo en África, donde causa la muerte de miles de personas al día".

En este sentido, y por su experiencia como exdirigente del Servicio Canario de Salud (SCS), Antonio Sierra mantiene que "La Candelaria y sus profesionales están perfectamente capacitados para atender a esta personas con las máximas garantías", llegando incluso a manifestar que, "si no presenta ninguna otra patología y se confirma que no tiene ébola, su vida no corre ningún peligro y, en unos días, cuando se confirme que es seguro y que ya no tiene sentido mantener el aislamiento, podrá regresar a su casa".

Respecto al riesgo de contagio de malaria, Sierra insistió en que "es cero, puesto que el transmisor es un mosquito que no se encuentra en Canarias".

Cabe recordar que fue el propio Kevin García el que se puso en contacto con La Candelaria en la mañana del jueves al detectar que tenía un cuadro febril una semana después haber regresado de un hospital de campaña de Sierra Leona.

Tras su llamada, y tras confirmarse que se trataba de un caso de los denominados de alto riesgo, la Consejería de Sanidad inmediatamente puso en funcionamiento el protocolo para el control de este virus, reuniéndose de urgencia el comité de crisis y estableciéndose la manera en la actuar para trasladar al paciente desde su casa a La Candelaria.

La prioridad sanitaria desde el primer momento fue averiguar el motivo de la fiebre y proceder, si fuese necesario, al tratamiento clínico del paciente, así como la seguridad de los profesionales que le atienden.

Hasta ayer por la noche, Kevin García permanecía consciente y solo presentaba fiebre y dolor de garganta.