La probabilidad de que la población tinerfeña haya estado expuesta al contacto con el virus del ébola - incluso aunque finalmente el cooperante de Cruz Roja que llegó el día 12 de este mes de Sierra Leona lo tuviera- es prácticamente nula, según detallan todos los expertos consultados por este periódico especializados en enfermedades tropicales y contagiosas e inmunología.

A la espera de que este lunes se le practique a Kevin García una segunda analítica destinada a confirmar si efectivamente padece o no esta enfermedad, el riesgo de que pudiera haber contagiado a alguien es "muy bajo". El motivo no es otro que, como medida de prevención, el propio enfermero decidió no salir de su casa desde que llegó del continente africano hasta que se agotara el periodo de cuarentena, llegando a tomar medidas de protección incluso para proteger a su mujer (también enfermera) y a su hijo de corta edad, con los que convive.

En concreto, fue el propio enfermero el que, a su llegada el día 12 de octubre, comunicó al Servicio Canario de Salud su regreso a su hogar en el Puerto de la Cruz tras haber colaborado en una misión "potencialmente peligrosa de contagio", puesto que prestó sus servicios como enfermero en un proyecto humanitario de carácter sanitario en un campamento específico de lucha contra el ébola en Sierra Leona.

Debido a sus conocimientos sobre enfermería en general, y sobre el ébola en particular, García informó de que, aunque no tenía ninguna sintomatología y había seguido todas las medidas de control y prevención de la enfermedad en Sierra Leona, permanecería en "cuarentena" es su hogar hasta que pasase el tiempo establecido para que el virus se hiciera patente, esto es entre 20 y 30 días.

Por eso, desde que él mismo comprobó que tenía un cuadro febril, lo comunicó para que se activara el protocolo previsto para su traslado al Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.

No obstante, aunque Kevin no hubiera tomado esta decisión y hubiera hecho vida normal, el riesgo de contagio de las personas con la que se hubiera encontrado seguiría siendo muy bajo, puesto que el virus solo se propaga cuando el enfermo ya tiene síntomas como fiebre alta y diarrea o hemorragias.

De hecho, cuanto más evidentes y agudos sean los síntomas más potente es el virus, pero cuando no los hay apenas tiene carga viral. Además, es necesario tener contacto directo con alguna secreción del enfermo, es decir, que hay que tocar su sangre, sus expectoraciones o estornudos o sus heces para contagiarse, motivo por el que el mayor riesgo lo asumen los enfermeros.

Máxima seguridad para el personal sanitario

En la actualidad las únicas personas que podrían contagiarse de ébola (en caso de que el paciente ingresado en La Candelaria lo tuviera) sería precisamente el personal hospitalario que lo atiende, de ahí que el Servicio Canario de Salud (SCS) haya puesto a disposición de todo el personal implicado materiales especiales de autoprotección.

Además de los Equipos de Protección Individual (EPI), que son los trajes aislantes consistentes en dos monos impermeables más una bata, además de protectores para los zapatos y una especie de polainas, los trabajadores disponen de máscaras que les cubren toda la cara.

Esta decisión no es baladí, puesto que en el Carlos III se funcionaba con gafas y mascarilla y parece que la causa por la que se contagió de ébola la enfermera Teresa Romero fue precisamente que se tocó la cara tras haber atendido a un contagiado.

Además, se ha establecido un protocolo específico para la gestión de residuos mediante el cual todo lo que entra en la habitación y vuelve a salir es depositado en compartimentos completamente sellados y luego incinerado.

Así, se queman no solo las sábanas, toallas y gasas sino también los propios trajes EPI y todos sus complemento, a excepción de las máscaras, que sí se pueden desinfectar completamente.

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La enfermera sigue evolucionando

La auxiliar de enfermería infectada de ébola Teresa Romero "evoluciona favorablemente" en el hospital Carlos III de Madrid, donde se esperan los resultados de unos nuevos análisis que confirmen que está libre del virus. De hecho, los médicos que la atienden esperan que dé ya negativo y que la carga viral en las células se haya reducido a cero en las pruebas que le practicarán este fin de semana. De su estado de salud informó ayer el Comité Especial para la gestión de la enfermedad por el virus de ébola, que ha señalado también que las quince personas que permanecen aisladas en el Carlos III por haber mantenido contacto con la paciente siguen todas ellas asintomáticas.

El Estado valora si Gando será puente aéreo

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, dijo ayer que el Gobierno español responderá a la petición de la ONU de tener en Canarias un puente aéreo solidario para luchar contra el ébola en África y que se estudiará caso por caso, por seguridad. "Hay una petición de Naciones Unidas y el Gobierno lo que ha planteado es que caso por caso tiene que haber plenas garantías de compatibilizar la solidaridad y, también, la seguridad para Canarias", destacó.

Francia controla sus conexiones con Guinea

Las autoridades francesas comenzaron ayer los controles sanitarios a los pasajeros de los vuelos procedentes de Guinea Conakry, los únicos directos a la capital francesa desde un país afectado por el virus del ébola.

Un equipo médico situado en la pasarela de bajada del avión procedente de Guinea Conakry tomó ayer la temperatura de las entre 150 y 200 personas que viajaban en ese vuelo, con la ayuda de un termómetro de infrarrojos, que evita el contacto físico. De momento, el Ejecutivo galo no contempla la puesta en marcha de controles sanitarios a pasajeros de países afectados y que hayan efectuado alguna escala antes de su llegada a Francia.

Un crucero no puede atracar por una sospecha

El nerviosismo en torno a una posible expansión del ébola en América impidió a un crucero en el que viajaba una pasajera que estuvo en contacto con la primera víctima mortal del virus en Estados Unidos atracara en dos de sus escalas: Belice y México. El barco ya ha llegado a Texas. Las autoridades proporcionaron versiones contradictorias sobre las razones que llevaron al crucero a regresar, así como sobre el número de sujetos que se encuentran aislados.