La figura del profesor tradicional y las aulas convencionales pierden fuelle a ritmos vertiginosos con la paulatina implantación de nuevas herramientas que permiten mejorar el aprendizaje y medir los progresos individualizados en los entornos digitales, según diversos expertos.

Es el caso de "Progress", una herramienta de enseñanza y control de aprendizaje virtual galardonada en la reciente edición del Salón de la Tecnología para la Enseñanza, SIMO Educación 2014, que acaba de celebrarse en Madrid.

Las aulas del siglo XXI adolecen todavía de la flexibilidad suficiente para adaptarse a las nuevas tecnologías y acercar los contenidos a los alumnos, advierte la experta Amaya García Corral, responsable de tecnologías de la empresa de contenidos educativos Pearson.

La nueva realidad tecnológica está incorporando herramientas digitales como "gamificación" para hacer más amenos los contenidos, ecosistemas robóticos, sistemas para la gestión de las tecnologías en los centros docentes, gafas de realidad virtual, pantallas controladas por gestos, servicios para la implantación de las tecnologías de la comunicación en entidades educativas, etc.

Asimismo, todo tipo de dispositivos móviles, incluidos relojes "inteligentes" dirigidos a la educación, nuevas soluciones audiovisuales, pizarras interactivas o soluciones virtuales para una mayor colaboración del alumno y el profesor.

"El mundo se mueve de forma muy distinta respecto a hace sólo una década", y el sistema debe adaptarse a las necesidades del alumnado, añade García Corral.

Frases tan manidas como "libros de texto" han quedado obsoletas, porque no se ajustan la realidad, y ciñen a estructuras de las que se debe salir "cuanto antes", añade la responsable de Pearson.

"Vivimos un momento convulso de cambio necesario en el que no se pueden resolver problemas nuevos con soluciones viejas", dice.

La experta se refiere a herramientas como "Progress", un ejemplo de solución digital adaptada a las peculiaridades del alumno, con pruebas que miden las destrezas en inglés del estudiante así como sus debilidades.

Según el asesor tecnológico de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), Javier Pedregosa, los contenidos digitales ya están disponibles y las editoriales están respondiendo muy rápido a lo que demanda el mercado a la hora de utilizarlos.

El desafío no son tanto los contenidos digitales, que "ya existen", sino descifrar qué hacer con ellos para mejorar la calidad educativa, según puntualiza, por su parte, el experto Juanmi Muñoz, asesor técnico del Centro de Recursos Pedagógicos Sant Martí.

Mientras, la directora de SIMO Educación, María Valcarce, ha explicado hoy a Efefuturo que es inevitable que la tecnología se imponga también en las clases para ofrecer "mejores contenidos".

Es decir, contenidos "más dinámicos y adaptados a las circunstancias particulares de cada alumno, con entornos de colaboración entre ellos mismos y también con los profesores e incluso las familias".

La reciente feria SIMO Educación ha sido "un éxito" a la hora de mostrar soluciones tecnológicas para la educación "muy interesantes", y que son un "aliado" perfecto para la enseñanza tradicional, ha dicho.