Estados Unidos anunció hoy que los viajeros de las naciones africanas más afectadas por el ébola solo podrán ingresar en avión al país por los cinco aeropuertos que han reforzado los controles de seguridad por el virus, cuya expansión preocupa a los ciudadanos, según varios sondeos.

Pese a la insistencia de los republicanos, el Gobierno del presidente Barack Obama sigue descartando, por ahora, suspender los vuelos procedentes de Liberia, Sierra Leona y Guinea, los países más afectados por el ébola en África Occidental y en los que la enfermedad se ha cobrado ya más de 4.500 vidas.

La estrategia para detener la propagación del virus en Estados Unidos tras la llegada de un liberiano, Thomas Eric Duncan, que se infectó en su país sin él saberlo y falleció después en un hospital de Dallas (Texas), comenzó con el refuerzo de las medidas de seguridad en cinco aeropuertos.

En esos aeropuertos, el JFK de Nueva York, Newark (Nueva Jersey), Washington Dulles, Chicago y Atlanta, desde hace varios días se toma la temperatura a los pasajeros procedentes de África Occidental.

A partir de mañana, miércoles, todos los pasajeros que lleguen a Estados Unidos en avión y cuyo viaje se origine en Liberia, Sierra Leona o Guinea podrán ingresar al país únicamente a través de esos cinco aeropuertos, según la restricción anunciada hoy por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para "impedir la propagación" del virus.

Alrededor del 94 % de los viajeros que vuelan a Estados Unidos procedentes de Liberia, Sierra Leona y Guinea entran al país por esos cinco aeropuertos, de acuerdo con el DHS.

En la actualidad, no hay vuelos directos entre esos tres países y Estados Unidos.

"Estamos trabajando estrechamente con las compañías aéreas para aplicar estas restricciones", de forma que los viajes de los pasajeros afectados se vean alterados lo menor posible, explicó en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson.

Los "pocos viajeros afectados" deben ponerse en contacto con las compañías aéreas "para un cambio de reserva, según sea necesario", añadió.

Además, sostuvo que el DHS está "evaluando continuamente" si son necesarios controles o restricciones "adicionales" para "proteger al pueblo estadounidense".

Obama está abierto a ordenar más restricciones si es necesario, pero cree, con base en la información facilitada por científicos y otros expertos en salud pública, que prohibir vuelos "solo serviría para poner al pueblo estadounidense en mayor riesgo", según argumentó hoy su portavoz, Josh Earnest, en su rueda de prensa diaria.

Con una prohibición las personas que han estado en África Occidental "intentarían ocultar" su historial de viaje "para tratar de entrar al país", apuntó el portavoz.

El miedo a un posible brote de ébola en Estados Unidos se hizo palpable la semana pasada tras conocerse que dos enfermeras que atendieron al liberiano fallecido en Dallas se contagiaron por causas que aún se desconocen.

Una encuesta divulgada hoy por el Centro de Investigación Pew muestra que la preocupación por estar expuesto al ébola ha crecido un 9 por ciento, de forma que ahora el 41 por ciento de los estadounidenses sitúa este asunto entre sus principales inquietudes, frente al 32 por ciento de hace dos semanas.

No obstante, la mayoría de los ciudadanos confía bastante en la capacidad del Gobierno federal y en la eficacia de los hospitales, según el sondeo, realizado a nivel nacional entre el 15 y el 20 de octubre con entrevistas a 2.003 adultos.

De hecho, el 54 por ciento de los encuestados deposita, ya sea una gran cantidad (18 %) o una buena cantidad (36 %) de confianza en el Gobierno para "prevenir un brote importante" del virus en Estados Unidos.

Otro sondeo de Gallup, también dado a conocer hoy, revela que uno de cada veinte estadounidenses (un 5 %) sitúa al ébola como uno de los principales problemas que tiene ahora mismo el país, aunque bastante lejos de las preocupaciones económicas (17 %) y del descontento con el Gobierno (16 %).

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron este lunes nuevas recomendaciones para evitar más contagios entre el personal médico potencialmente expuesto a pacientes con ébola.

Entre las directrices destacan la preparación exhaustiva del personal médico, no exponer ninguna parte de la piel cuando se tiene el traje de protección puesto y contar con la supervisión de alguien en el momento de ponerse y quitarse esa prenda.

Mientras, el gobernador de Texas, Rick Perry, designó hoy a dos hospitales de ese estado para atender futuros casos de ébola entre los que no figura el Presbiteriano de Dallas, donde murió el liberiano Duncan y se contagiaron las dos enfermeras.