El país que no utilice la ciencia como motor de desarrollo está condenado a desaparecer o a pertenecer a la liga de los segundones, advirtió ayer hoy Carlos Martínez, investigador del Centro Nacional de Biotecnología-CSIC, tras inaugurar un encuentro sobre células madre e inmunidad en la Universidad de La Laguna (ULL).

El que fuera presidente del CSIC y secretario de Estado de Investigación declaró que la inversión en ciencia no es un gasto, "como algunos políticos se empeñan" en mantener, sino que es el mecanismo que permite ser competitivos y dar la oportunidad a un país de ser dueño de su futuro. La ciencia, manifestó Martínez, ha demostrado que una buena parte del conocimiento que se genera, e incluso las tecnologías que se utilizan en la actualidad, no se preveían hace quince años.

Añadió que nadie preveía que las tecnologías que se usan en medicina sirviesen para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, y sin embargo son la base de la nueva medicina.

En cuanto al encuentro inaugurado ayer, el investigador indicó que trata de aproximar dos áreas que poco a poco confluyen cada vez más, como son los desarrollos en biología y la aplicación de las células madre.