Los españoles retrasarán el domingo una hora el reloj de acuerdo con la directiva comunitaria, de obligado cumplimiento, implantada hace décadas y que restaurará el horario oficial de "invierno" con el objetivo de ahorrar energía.

Este cambio -a las 3 de la madrugada del domingo los relojes deberán retrasarse una hora, hasta las 2- se produce dos veces al año, la primera en el inicio de la primavera.

Esta medida se comenzó a generalizar en el mundo desarrollado a partir de 1974 como consecuencia de la primera crisis del petróleo en Oriente Medio, cuando algunos países decidieron adelantar sus relojes temporalmente para aprovechar mejor la luz del Sol y consumir menos electricidad.

Desde 1981, esta iniciativa pasó a ser una directiva europea, en principio renovada cada cuatro años, pero desde 2001 es aplicable "con carácter indefinido" y desde 2002 incorporada al ordenamiento jurídico.