Las algas podrían convertirse en fuente de colorantes naturales para la industria textil sin los niveles de contaminación que producen, en la actualidad, los tintes de carácter sintético, y sin los inconvenientes detectados en otros procedentes de plantas que requieren de grandes extensiones para su cultivo, pero con muy bajo rendimiento.

En esa línea de investigación se encuentra trabajando en la actualidad el Banco Español de Algas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).

Este proyecto se desarrolla con la financiación del Programa Life+ de la Unión Europea, orientado a la promoción de políticas en defensa del medio ambiente, y bajo la coordinación de Aitex, una asociación de carácter privado y sin ánimo de lucro, integrada por empresas textiles y afines, cuyo trabajo está dirigido a la mejora de la competitividad de esta actividad productiva.

"Cuando hablamos del uso de las algas a niveles industriales, la tendencia es pensar en la gastronomía, el biodiesel o la cosmética, pero la realidad es que los límites a su utilización aún no podemos ni intuirlos", destaca Bruno Berheide, gerente del Banco Español de Algas, situado al sureste de Gran Canaria.