El estudio más grande hecho hasta la fecha sobre autismo ha permitido a un equipo internacional de investigadores identificar más de un centenar de genes relacionados con este trastorno, un avance que permitirá mejorar el diagnóstico y buscar tratamientos futuros para curar este desorden. Los trastornos del espectro autista (TEA) son un conjunto de alteraciones neurológicas que interfieren en el desarrollo infantil y que alteran la conducta y la capacidad de comunicación y lenguaje de los niños que lo padecen.

Este trastorno, que puede afectar a unas 350.000 personas en España, se diagnostica clínicamente porque muchas de las características de los niños autistas son relativamente fáciles de identificar (no hablan, tienen manías, no miran, no observan el entorno, carecen de habilidades sociales, etc).

Sin embargo, a la hora de diagnosticarlo genéticamente, los especialistas sólo podían confirmar un 20% de los casos porque sólo había nueve genes identificados y relacionados con el autismo. Ahora, el mayor estudio sobre autismo ha permitido identificar 33 genes causantes de este trastorno y otros 74 que "casi seguro" también lo provocan.

La investigación, publicada ayer en Nature, ha sido realizada por 37 grupos de científicos de todo el mundo especializados en TEA y dirigidos por el doctor Joseph D. Buxbaum, profesor de Psiquiatría, Neurociencia y Genética y Genómica del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.

En este selecto equipo investigador hay dos especialistas españoles: la doctora Mara Paralleda, del Gregorio Marañón y el doctor Ángel Carracedo, profesor de la Universidad de Santiago.