La Sociedad Española de Cardiología (SEC) alertó ayer de que en el año 2012 se produjo un estancamiento en el descenso de la tasa de mortalidad por infarto agudo e incluso un pequeño "repunte", que achacó a la crisis y a su impacto en las políticas sociales.

"El mayor impacto de la crisis fue en las políticas sociales", destacó ayer el presidente de la SEC y jefe de servicio del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), José Ramón González-Juanatey, que apuntó que, durante los últimos tiempos, la esperanza de vida creció en más de seis años, de los que cuatro se deben a avances en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, que aún continúan siendo la principal causa de muerte.

No obstante, dijo que el "repunte" en la mortalidad se achaca al aumento de la exclusión social y el desempleo.