"El miedo es una de las emociones más intensas, frecuentes y difíciles de superar del ser humano", según comenta el doctor Fernando Sarráis, que acaba de presentar un estudio sobre este fenómeno titulado "El Miedo". En este libro, el especialista en Psiquiatría y Psicología Médica de la Clínica Universidad de Navarra lleva a cabo un análisis de la influencia del miedo en el funcionamiento psíquico y en la conducta de las personas.

Para el doctor Sarráis, existe una relación directa entre el miedo y la capacidad de sufrir y amar: "El miedo siempre es algo que hace sufrir, y aprender a sufrir es ir quitando el miedo a sufrir. El sufrimiento acompaña siempre al amor. Se podría decir que la otra cara de la moneda del amor es el sufrimiento. Así pues, dominar y superar el miedo a sufrir permite amar con intensidad, y la consecuencia del amor conlleva a la felicidad".

Y es que una de sus conclusiones es que si no se progresa en la evitación del miedo, se empeora, y se llegan a padecer miedos patológicos que se denominan fobias.

Advierte el especialista que "en las fobias se da un miedo de tal intensidad que se llama pánico, que es insufrible e impulsa a la huida y a la evitación".

Si llegamos a este punto de miedo patológico o fobia el individuo pierde la libertad de estar en una situación que le produce miedo y tiende a huir. Así, la persona se vuelve incapaz de soportar el sufrimiento que le llega por el miedo. "Todo miedo disminuye la libertad interior en la medida de la intensidad de ese miedo", añada el experto para el que "cuando domina el miedo que es una vivencia afectiva, la voluntad desaparece".

Para lograr ese dominio de la afectividad y el miedo, lo mejor es una educación temprana en valores como la valentía que "supone enfrentarse con las cuestiones que dan miedo porque pueden hacer sufrir".

En cambio, la cobardía constituye siempre un acto de huida por miedo a algo que hace sufrir y vivir con temor.

El doctor Sarráis hace referencia a la valentía como una actitud de vida en la que se debe educar desde temprana edad.

"En la educación de la valentía, lo más importante es que los jóvenes vean modelos valientes y reales (en su entorno familiar, escolar...), y no solo en el cine como ocurre con las películas de Superman, Spiderman, Batman, etc."

Para finalizar, resalta que "el miedo no es algo malo en sí mismo", pues nos avisa de peligros para la integridad física o psicológica, "pero debe ser la razón la que ha de juzgar si se debe evitar o enfrentar ese peligro concreto".