La crisis económica y la subida del IVA de los servicios funerarios que llevó a cabo el Gobierno en 2012 -de un 8 a un 21%- han provocado que despedir a un ser querido sea un bien de lujo para muchas familias españolas.

El director de Márketing del Grupo Mémora, Fernando Sánchez, explica que esta subida del IVA incrementa la factura entre 500 y 700 euros, lo que unido a la crisis ha llevado a considerar el servicio funerario "como un bien de lujo cuando es un bien esencial".

El vocal de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef) Víctor Humanes señala que el aumento del impuesto ha sido "demoledor", por lo que han pedido al Gobierno que lo estudie, ya que el tipo impositivo es mucho más alto aquí que en cualquier país europeo.

La plataforma de reclamaciones "on line" Populetic.com ha indicado en un comunicado que morirse en España "puede costar hasta diez veces el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional".

Esta empresa detalla que el coste medio del "pack" de defunción ronda los 3.500 euros, aunque depende de la ciudad, si se elige incineración o entierro y de si se tiene o no seguro de decesos.