"Todo sigue continúa estando donde tu amor lo dejó, junto a nosotros". La expresión, tan cargada de sensibilidad, no es de ningún literato. Se puede leer en una de tantas lápidas del lagunero cementerio de San Luis. Una de las que, ayer, día de Todos los Santos, recibió la cariñosa visita familiar para renovar flores y perpetuar recuerdos.

El homenaje anual a los difuntos volvió a romper ayer -aunque los más madrugadores ya se habían adelantado el viernes- la habitual calma de los cementerios. El olor a flores nuevas (anturios, crisantemos, rosas, lilium, siemprevivas...) inundó unos camposantos que se convirtieron en auténticos hormigueros de gente.

Santa Lastenia, en Santa Cruz, y San Luis, en La Laguna, fueron dos vivos ejemplos de ello, y sin las aglomeraciones vividas en años anteriores.

En el caso del cementerio lagunero motivado, en gran parte, por los cambios en el tráfico introducidos por la Concejalía correspondiente y por los nuevos aparcamientos asfaltados habilitados dentro del recinto.

Los más rezagados -o los que, simplemente, prefirieron huir de las aglomeraciones- acudirán hoy domingo a honrar a sus fallecidos. Lo harán con más calma, que será total mañana, jornada en la que los cementerios volverán a recobrar su normalidad. Aquellos olvidados seguirán sin flores y, tal vez, sin recuerdos.

Como Dorotea, en cuyo nicho un pequeño cartel advierte a los familiares de que si no recogen sus restos en una fecha determinada pasarán a formar parte de una fosa común. La cruda realidad. No siempre las flores alcanzan para todos.

Y eso que este año su precio se ha mantenido. Así lo asegura Clara Estévez, propietaria, desde hace diecisiete años, de uno de los puestos del cementerio de San Luis. "Se sigue notando la crisis; los días entre semana son muy flojos", lamenta. Pero, acto seguido, remarca con cierto orgullo que ha mantenido los precios igual que el año pasado.

Y es que, al margen de que el bolsillo de los ciudadanos esté más o menos vacío, esta es la mejor época para quienes se dedican a este negocio. Por ello es fundamental mantener una clientela que es fiel a golpe de sentimientos. Al fin y al cabo, los difuntos seguirán junto a nosotros.

Buen tiempo

El buen tiempo acompañó ayer a miles de ciudadanos a visitar a los seres queridos fallecidos en los cementerios repartidos por toda la geografía española, que han sido engalanados con ramos y coronas de flores para recordar a los difuntos.

Cenizas "legales" al mar

Una empresa de Barcelona ha sido la primera y una de las pocas autorizadas hasta ahora en España por el Ministerio de Fomento para depositar de forma legal y respetuosa con el ecosistema marino las cenizas de difuntos bajo las olas del mar Mediterráneo.

Extranjeros sin repatriar

Más de la mitad de los más de 2.600 extranjeros que fallecieron en España y Portugal en 2013 fueron incinerados y no repatriados a su país de origen, en muchos casos porque las familias no disponían del dinero necesario y en otros porque se sienten integradas aquí. Según informó la empresa funeraria Mémora, el año pasado 1.200 difuntos extranjeros fueron incinerados en España.