El pediatra valenciano Xavi Casero, de nuevo en Valencia tras mes y medio de lucha contra el ébola en Nigeria, ha afirmado a EFE que en África "hay un estigma" con la epidemia, ya que los pacientes sufren "mucho rechazo".

En declaraciones a EFE, Casero ha aseverado que el enfermo de ébola "incluso curado" puede no conseguir reintegrarse en la sociedad y el personal sanitario se puede mostrar reacio a atender a pacientes infectados.

"El hospital de Lagos se colapsó porque nadie quería atender a los enfermos" y por ello había pacientes que "se morían también de otras patologías", ha explicado Casero.

El pediatra valenciano ha destacado el papel de ONG como la suya, Médicos sin Fronteras (MSF), la única que actúa contra el ébola en África, ya que "la formación es muy importante para que las personas sepan cómo se contagian".

Los voluntarios de MSF que se encuentran en África son profesionales que ya han realizado antes "otros trabajos en situación de emergencia", ha asegurado Casero, y que "reciben un curso práctico de 48 horas en Bruselas" antes de partir a combatir el ébola.

"Una vez llegas al terreno haces simulacros, y cuando ya te pones y quitas el traje de forma rutinaria entras a la zona de alto riesgo", ha afirmado el pediatra valenciano, quien además ha recalcado que para combatir el ébola se requiere "formación teórica, práctica y entrenamiento".

Tras indicar que el ébola ya se ha cobrado más de 5.000 víctimas según cifras oficiales de la Organización Mundial para la Salud, Casero ha insistido en que es una enfermedad que "afecta por igual a todas las capas sociales", porque en Nigeria muchos de los afectados "eran personas de clase económica media-alta".

Aunque en este país del golfo de Guinea ya no padece casos de ébola según la OMS, en otros próximos "la situación es más catastrófica y no hay ninguna mejoría" y la situación se agrava "en las zonas rurales", ha indicado.

En estos lugares "no se tiene la información necesaria", y por ello, según ha relatado Casero, cuando algún infectado muere "en los funerales se entra mucho en contacto con él" y se producen muchos contagios.

Según Casero, estas zonas son las que mayor vulnerabilidad tienen al virus, mientras que en las ciudades "son los niños menores de 5 años y las mujeres embarazadas" los que corren más riesgo.

Casero también se ha referido al protocolo que MSF sigue en África en caso de nuevos contagios y en el que tras la llamada de aviso se acude al lugar en el que está el posible caso.

Después de ponerse el traje, se evalúan los síntomas y se traslada al enfermo en ambulancia al hospital, donde se encarga un análisis de sangre. El paciente queda ingresado en un área especial en caso positivo.

Ha asegurado que la tasa de mortalidad todavía es muy alta, ya que "más de la mitad de los infectados mueren en África", y en algunos países concretos "incluso se llega a porcentajes del 90 %".

En opinión del pediatra valenciano, para que descienda la tasa de mortalidad "hacen falta más recursos para atender a todo paciente enfermo", puesto que es "intolerable" que muchos infectados vuelvan a casa solo con recomendaciones del estilo de no hablen o toquen "a nadie".

Según este medico, "cada traje completo puede costar alrededor de 120 euros" y todos ellos son "de un solo uso", puesto que luego se procede a su destrucción.

Por todos estos motivos económicos y asistenciales, Casero sostiene que "no hay indicios" de que la situación vaya a mejorar "en corto o medio plazo, pero se muestra optimista de cara al futuro, ya que "cada epidemia sigue unas curvas de evolución a lo largo del tiempo" y tarde o temprano "se crea una inmunidad".

Para Casero, el mejor ejemplo de ello es la fiebre amarilla "para la cual ya hay vacuna y las muertes ya no son noticia", aunque para llegar a este punto "todavía nos queda más de un año por lo menos".