La Unión de Cerrajeros de Seguridad (UCES) acaba de formar a 200 policías sobre los robos en domicilios durante el primer foro de Cerrajería celebrado en Madrid ayer y anteayer.

La iniciativa no es casual. En los últimos meses se ha detectado un aumento de asaltos tras manipular las cerraduras de las puertas. El Cuerpo Nacional de Policía ha hecho en la Península dos operaciones relevantes para atrapar a sendas organizaciones dedicadas a este tipo de delitos. Y en las últimas semanas se han detectado en Candelaria, al menos, unos siete casos en varios núcleos.

El portavoz de la organización estatal de cerrajeros en Tenerife, Cristóbal Izquierdo, explica que "nuestra inquietud es hacer que la gente tenga conciencia de la importancia de las cerraduras en nuestros hogares, por nuestra seguridad". Aclara que "no solo se trata de tener una buena, sino de hacer uso de ella". Izquierdo advierte de que hay que tener en cuenta que "más del 80 por ciento de las cerraduras están anticuadas y desfasadas para proteger nuestros hogares, ya no solo por el desgaste de las mismas dado su uso, sino que las técnicas de apertura son conocidas por los ladrones".

Cristóbal Izquierdo señala que el "modus operandi" de los ladrones más comunes suele ser "por descarte", es decir, actúan sobre la cerradura que menos tiempo requiere para abrirla y menos ruido haga". Este cerrajero profesional indica que "el modo de operar es rápido; son robos exprés, que apenas duran cinco minutos, uno para la apertura de la puerta y los otros cuatro para actuar dentro de la casa". Y matiza que los delincuentes cogen solo aquello "que no les delate a la vista de los vecinos".

Por su experiencia al ir a cambiar cerraduras en viviendas afectadas, Izquierdo comenta que "el descarte de una casa u otra va en función de la antigüedad y sencillez de la cerradura, ya que esto les da margen de tiempo para abrirla y el ruido que van a realizar resulta menor". Para intentar evitar estos delitos, "debemos asegurar que, cuando el ladrón vea nuestro domicilio, tenga la certeza de que entrar le va a suponer tardar un tiempo que no va a poder controlar y, además, va a hacer ruido al utilizar una herramienta un poco más sofisticada y aparatosa", según Izquierdo Perdomo.

La mayoría de estos robos "se pueden evitar con unos elementos de seguridad sencillos y económicamente asumibles; se trata de cerraduras, cilindros o escudos que reúnan unas condiciones mínimas que hagan que el ladrón descarte nuestra vivienda al ver que los parámetrostiempo y ruido no le dan garantía para actuar".

Izquierdo aclara que "otro elemento muy importante para nuestra seguridad es tener en cuenta que el portal de la comunidad es la primera puerta de acceso a nuestra casa", por lo que, además de garantizar que siempre esté cerrada, "debe evitarse que sean llaves que se dupliquen sin autorización".

De esa manera se limita el número de personas que hayan estado en esa comunidad, captando información de "nuestras costumbres diarias, horarios de trabajo, salidas de fin de semana o vacaciones, por ejemplo".

Izquierdo explica que de nada vale, a veces, tener grandes dispositivos si, cuando se pierde una llave, "no cambiamos la cerradura; si al salir de casa no cerramos la puerta con vueltas de llave o, al tocarnos el portero, abrimos sin identificar a la persona", así como si al abandonar el portal o el garaje no nos cercioramos de que no se cuela algún desconocido.