Una fábrica de Yecla (Murcia) se ha convertido en una de las mayores productoras mundiales de grafeno al generar 45 kilos al día del que está revolucionando la computación, la arquitectura, la sanidad y la energía.

Los hermanos Martínez Rovira, propietarios de Graphenano, comenzaron a interesarse a principios de 2010 por el grafeno tras la concesión del Nobel a sus descubridores. Tras hablar con científicos de todo el mundo, acabaron en Ciudad Real, donde el catedrático de Ingeniería Química José Luis Valverde se interesó por esta sustancia cuya ligereza era parecida a la de la fibra de carbono pero más flexible, con mejor conductividad que el cobre, una alta elasticidad y dureza y que parecía ser el material hasta entonces más resistente y que soportaba la radiación ionizante y consumía menos electricidad que el silicio.

Los empresarios han desarrollado un sistema que permite fabricar cantidades industriales en láminas, cables, en polvo, en piezas tridimensionales y también en nanofibras y nanoesferas, "algo que no puede hacer nadie en el mundo", aseguran.