La auxiliar de enfermería Teresa Romero y el exconsejero de Sanidad Javier Rodríguez, a través de un abogado de la Comunidad de Madrid, no llegaron ayer a un acuerdo en el acto de conciliación previo a la demanda que presentará en los próximos días por mancillar su derecho al honor por las declaraciones que realizó en su contra mientras estaba contagiada de ébola y tras su recuperación.

Así lo explicó su marido, Javier Limón, a la salida de los juzgados, en los que criticó que Rodríguez no se presentase a la cita judicial. En su representación acudió un letrado de la Comunidad de Madrid que se negó a atender las demandas del matrimonio, que solicita 150.000 euros como indemnización.

La enfermera asegura que se conformaría con que Rodríguez le pida perdón

Acompañado por Teresa Romero y por uno de sus abogados, Javier Limón destacó tras concluir el acto que ellos habían venido con "todas sus intenciones" de conciliar, y que ahora tendrán que estudiar cuándo se presenta la demanda.

"Hemos venido a conciliar. Siempre se ha quejado de que no queríamos hablar con él y este era el lugar para conciliar. No entendemos por qué manda a un letrado de la Comunidad cuando lo pagamos todos", dijo.

A su llegada a los juzgados, Romero manifestaba que se conformaría con que el exconsejero madrileño le pidiera perdón por las declaraciones que realizó en su contra mientras estaba contagiada de ébola y tras su recuperación. "No creo que sea merecedora de tales palabras", aseveró.

Rodríguez, destituido recientemente, fue criticado por acusar a Romero de mentir a los médicos sobre si había estado o no en contacto con pacientes enfermos de ébola o de haber ido a la peluquería con fiebre. "No debería estar muy mala para ir a depilarse", llegó a decir en alguna entrevista.