Un estudio de la Universidad de Alicante (UA) alerta del poco conocimiento en salud reproductiva y sexualidad de los alumnos de los primeros cursos, por la escasa formación recibida en la etapa educativa anterior, lo que aumenta el riesgo de enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados.

Se trata de una tesis del doctor en Enfermería y Cultura de los Cuidados, el colombiano Manuel Antonio Velandria, a partir de una muestra de unos 1.500 alumnos de la UA desde el curso 2008-09, fundamentalmente de Enfermería, Ciencias de la Educación y Terapia Ocupacional.

La investigación se mantiene abierta ya que, a la vista de los resultados, se creó un grupo interdisciplinar para seguir con el análisis de esta deficiente situación educativa.

Velandria explica que no hay una materia específica y obligatoria en colegios e institutos, lo que provoca que más de la mitad de los estudiantes que llegan a la universidad "nunca ha tenido una charla" sobre sexualidad y, simplemente, "tienen conocimientos básicos de genitales y sistemas reproductivos".

Pone de manifiesto que la educación sexual es "obligatoria" en prácticamente toda América Latina al ser "una asignatura transversal que se estudia durante toda la educación primaria y secundaria".

Para su tesis, Velandria realizó encuestas, entrevistas a grupos y escritas y, finalmente, seminarios prácticos que han permitido a este experto descubrir que el 50 por ciento de las dudas de las mujeres versaban sobre los métodos anticonceptivos, así como que la mayoría de las jóvenes "sólo creen en los que se administran por vía oral" sin considerar el preservativo como un método anticonceptivo.

Velandria ha querido averiguar el porqué de tal desconocimiento y se ha percatado de que "la mayoría de las veces no lo usan porque los hombres no quieren".

"Las mujeres ceden su salud al hombre, que cree que son ellas las que tienen que tomar los anticonceptivos pero, claro, los anticonceptivos orales no protegen de las Enfermedades de Transmisión Sexual", recuerda.

También ha resaltado que "más del 60 por ciento" de los hombres jóvenes no usan el preservativo porque "creen que al ponérselo no sienten nada", a lo que se suma que muchos tampoco saben colocarlo correctamente.

Otro dato que este experto ha destacado es que muchas alumnas usan la píldora del día después no como el método abortivo que es sino como previsión tras mantener relaciones sexuales mientras que todavía hay algunas chicas que creen que ven "la marcha atrás como un método anticonceptivo eficaz".

Entre otras preguntas formuladas por los universitarios que reflejan el gran desconocimiento están "si la menstruación se corta al bañarse o si se podían quedar embarazadas durante el periodo".

"No hay un conocimiento real de cómo funciona la menstruación pero, sin embargo, escogen métodos anticonceptivos para su regulación", ha relatado.

Uno de los grandes problemas a la hora de tratar estos temas es que los alumnos están más dispuestos a hablar de ello con amigos que con maestros, enfermeros o médicos, algo que para este especialista resulta "muy grave".

Esta actitud cambió tras las clases teórico-prácticas, lo que llevó a varios miembros de la UA a realizar otro seminario abierto a todas las carreras que tuvo un gran éxito pese a que carecía de créditos.

"Esto nos demostró que los estudiantes sí que quieren saber, pero que nadie les enseña. Es una llamada de atención para las instituciones: no podemos esperar a que lleguen a la universidad porque ahí ya pueden haber sufrido enfermedades o abortos", ha advertido Velandria.

A la vista de los resultados de esta tesis, que ha recibido el premio extraordinario de Doctorado, la UA ha decidido implantar en el plan de estudios de Enfermería un seminario anual sobre salud sexual.