Los directores de las principales instituciones de investigación oceanográfica destinan parte de sus programas a la observación marina para predecir la temperatura del agua, las corrientes y el oleaje y así dar a la sociedad un servicio similar al de los meteorólogos en tierra.

Para tratar, entre otras cuestiones, la observación marina, el océano profundo, las áreas marinas protegidas y la situación de los programas y acciones de la Asociación Mundial para la Observación de los Océanos (POGO), investigadores de todo el mundo se reunieron ayer en el Centro Oceanográfico de Canarias, en Tenerife.

El director del Instituto Español de Oceanografía, Eduardo Balguerías, explicó ayer que los principales avances en observación marina tienen que ver con la elaboración de modelos predictivos para conocer la fuerza de las olas y así adelantarse a posibles desastres naturales y otros relacionados con la temperatura del agua del mar en las costas para ofrecer esta información a los bañistas.

Todos estos productos, elaborados a partir de la observación del océano, tienen como objeto el servicio a la sociedad, destacó Balguerías, quien señaló que el conocimiento que los investigadores tienen del mar es muy limitado, pues solo se conoce el 10% del mar en superficie.

Asimismo, durante las jornadas que tendrán lugar hasta mañana, se celebrarán varios talleres relacionados con áreas marinas protegidas, una figura de protección que se pretende establecer en todos los mares del mundo, ha avanzado el director del Instituto Español de Oceanografía.

Durante el primer día de este evento, el Instituto Español de Oceanografía mostró a los directores de las principales instituciones qué es lo que se hace en materia de observación del océano.