El Gobierno aprobará previsiblemente hoy el real decreto que permite a las universidades ofertar grados de tres años más másteres de dos años, junto a la actual oferta de cuatro más uno, para converger con Europa, una reforma que tiene el rechazo de una gran parte de la comunidad educativa. Entre otros sectores, se han pronunciado contra la reforma los sindicatos y los rectores.

La secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio, explicó ayer que las universidades tendrán la potestad de reducir la duración de algunos grados de cuatro a tres años y de implantar másteres de entre uno y dos, unas modificaciones que podrán acometer cuando quieran. Gomendio recordó, en una entrevista con la Cope, que durante la implantación del Plan Bolonia, en 2007, España optó por un "sistema rígido" que obligaba a que los grados fuesen de cuatro años y los másteres de uno, a diferencia de las entonces licenciaturas de cinco años y las diplomaturas de tres años.

Sin embargo, los países más avanzados se decantaron por un sistema más flexible donde los grados duran tres, cuatro o cinco años y los másteres entre uno y dos años, resaltó.

Esa posibilidad de que las universidades, de forma voluntaria, ofrezcan grados de entre 180 (tres años) y 240 créditos (cuatro años) ha provocado el rechazo de buena parte de la comunidad educativa y, por ejemplo, los sindicatos de docentes CCOO, UGT, CSI-F y CIG han convocado concentraciones ante los rectorados de las universidades públicas.

Las organizaciones sindicales se concentrarán hoy a las 12 horas ante el Rectorado de la Universidad de La Laguna (ULL).