Hace 13 millones de años, hasta siete especies diferentes de cocodrilos cazaban en las aguas pantanosas de lo que hoy es el noreste de Perú, según muestra una nueva investigación. Esta concurrencia hiperdiversa, revelada mediante más de una década de trabajo en lechos óseos del Amazonas, contiene el mayor número de especies de cocodrilos coexistentes en un solo lugar, en cualquier momento en la historia de la Tierra, probablemente debido a una fuente de alimento abundante que forma sólo una pequeña parte de las dietas de los cocodrilos modernos: los moluscos como almejas y caracoles.

El trabajo, publicado en la revista ''Proceedings de la Royal Society B'', ayuda a llenar los vacíos en la comprensión de la historia de la notable riqueza de la biodiversidad de la Amazonía. "La cuenca del río Amazonas actual contiene la biota más rica del mundo, pero los orígenes de esta extraordinaria diversidad están mal entendidos", afirma el autor de este trabajo John Flynn, conservador de mamíferos fósiles en el Museo Americano de Historia Natural.

"Como es una vasta selva tropical hoy, nuestro acceso a las rocas, y por lo tanto, también a los fósiles que esas rocas podrían preservar, es extremadamente limitado. Así que cada vez que se consigue una ventana especial, como estos depósitos de mega-humedales fosilizados con tantas especies nuevas y peculiares, puede proporcionar nuevos conocimientos sobre los ecosistemas antiguos", señala.

Antes de que la cuenca del Amazonas tuviera su río, que se formó hace unos 10,5 millones de años, contenía un sistema de humedales enorme, lleno de lagos, bahías, pantanos y ríos que drenaban hacia el norte, hacia el Caribe, en lugar del patrón actual del flujo hacia el este del río hacia el Océano Atlántico. Conocer el tipo de vida que existía en ese momento es crucial para entender la historia y los orígenes de la biodiversidad amazónica moderna. Pero a pesar de invertebrados como los moluscos y crustáceos son abundantes en yacimientos fósiles amazónicos, la evidencia de vertebrados distintos de los peces ha sido muy rara.

Desde 2002, Flynn ha sido co-líder de la prospección y excavación en expediciones con colegas en afloramientos de fósiles de la formación Pebas en el noreste de Perú. Estos afloramientos han sustentado vida desde el Mioceno, incluyendo las siete especies de cocodrilos que se revelan ahora. Tres de las especies son totalmente nuevas para la ciencia, siendo la más extraña ''Gnatusuchus pebasensis'', un caimán de cara corta con dientes esféricos que se cree que utilizó su hocico como pala para excavar en el fondo en busca de almejas y otros moluscos.

El nuevo trabajo sugiere que el aumento de ''Gnatusuchus'' y otros "durophagous" o cocodrilos que comen moluscos se correlaciona con un pico en la diversidad y el número de moluscos, que desapareció cuando los mega-humedales se transforman en el sistema de drenaje del río Amazonas moderno.

Además de los cocodrilos de hocico corto como ''Gnatusuchus'', los investigadores también recuperaron el primer representante fósil inequívoco del buen vivir con cara de caimán, el ''Paleosuchus'', cuya forma del hocico es más larga y adecuada para la captura de una variedad de presas, como los peces y otros vertebrados activos en el agua.

La nueva investigación sugiere que con la creación del sistema del río Amazonas, las poblaciones de moluscos disminuyeron y las especies de cocodrilos ''durophagous'' se extinguieron hacia caimanes con un paladar para consumir una alimentación más diversa como los que dominan los ecosistemas amazónicos modernos.

Hoy, seis especies de caimanes viven en toda la cuenca del Amazonas, aunque sólo tres coexisten siempre en la misma zona y rara vez comparten el mismo hábitat. Esta situación contrasta en gran medida con sus familiares antiguos, las siete diversas especies que vivieron juntas en el mismo sitio y en el mismo momento.