El sacerdote José María Martín Patino, fallecido ayer a los 89 años, dedicó buena parte de los últimos años de su vida a impulsar un proyecto de modernización en el sur de Salamanca, donde nació, lo que posibilitó la digitalización y el acceso a las tecnologías del medio rural.

Martín Patino (Lumbrales, Salamanca, 1925), secretario personal del cardenal Tarancón y provicario de la Archidiócesis de Madrid-Alcalá (1972-1983), se afanó en la última década de su vida por llevar a los pueblos del oeste de Salamanca y Zamora las nuevas tecnologías y logró tener financiación para que a la comarca de Las Arribes no les costara "ni un euro acceder a internet".

De esta manera, creó la figura de los Centros Códel a través del Proyecto Raya-Duero, auspiciado por la Fundación Encuentro que él mismo presidía, ha explicado hoy a EFE José Francisco Bautista, alcalde de Hinojosa de Duero (Salamanca).

Uno de los primeros centros Códel instalado en esa zona fronteriza con Portugal fue inaugurado en su población natal, Lumbrales, donde nació en el seno de una familia de seis hermanos, entre ellos el cineasta Basilio Martín Patino.

"El centro aún sigue funcionando, ya que la gente, mayores y jóvenes, lo demandan," ha explicado hoy a EFE su alcalde, Pedro Sánchez Calderón.

La Fundación Encuentro creó aulas tecnológicas en veintiún pueblos y, después de diez años, todavía funcionan catorce, todos en la provincia de Salamanca y con un presupuesto cada uno de 7.500 euros que anualmente aporta esa entidad.

"Intentó ser un verdadero revulsivo para la zona", ha asegurado el regidor de Hinojosa de Duero, que entiende que "si hubiera tenido veinte años menos, con los contactos que Patino tenía, se hubieran creado muchos más proyectos".

José María Martín Patino vivía a caballo entre Madrid y la casa que tenía en el pueblo de Florida de Liébana (Salamanca).

El alcalde de Lumbrales, tras conocer el fallecimiento de su paisano, ha anunciado un homenaje.