La imagen del Cristo Crucificado de Martín de Andújar ha sido restaurada y presentada ante el público recientemente. La talla se dio a conocer en la Parroquia Matriz de Santa Ana de la mano de la conservadora-restauradora Aránzazu Mallorquín y el ebanista Luis González.
Con fondos propios del consistorio de la Villa y Puerto se ha restaurado una de las piezas más importantes, por su valor artístico, y más veneradas del municipio. José Heriberto González, alcalde de la localidad, ha asegurado que la talla estaba "en muy mal estado, con grietas muy importantes que podrían haber provocado que la imagen se partiera a la mitad". González está convencido de la necesidad de cuidar el patrimonio histórico-artístico del municipio y la obra del escultor Martín de Andújar es una parte importante del mismo.
La restauradora, Aránzazu Mallorquín, ha descrito la talla como una "obra de muy buena calidad pero mal conservada". Así, el estudio previo mostró que el Cristo Crucificado presentaba grandes y peligrosos daños estructurales que afectaban a la gran mayoría del soporte, piernas, brazos, cabeza y espalda. Además, también tenía daños en la cabeza provocados por los insectos xilófagos y por los diversos cambios realizados para las sucesivas coronas y potencias.
Tras este estudio, los criterios de intervención para restaurar la obra del andaluz fueron la conservación-restauración. Según Mallorquín, la acción consistió en "una serie de medidas encaminadas a mantener la obra en un adecuado estado de conservación y realizar un tratamiento de restauración con el fin de recuperar las zonas perdidas. Utilizamos materiales inocuos, reversibles, inalterables, diferenciables y de máxima calidad", afirmó.
Las fases de actuación supusieron unos tres meses de trabajo que registrándose muy buenos resultados. El Cristo Crucificado lucirá su imagen renovada esta Semana Santa.
Este Cristo fue lo único que se salvó del retablo mayor tras la erupción de 1706. Un retablo que elaboró Martín de Andújar y que coronaba este Cristo Crucificado. Andújar se instaló en el pueblo de Garachico en 1637 creando una escuela escultórica y emprendiendo trabajos de gran importancia.