El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) alerta de que la falta de vacunas pone en peligro a los niños y a sus comunidades, especialmente en zonas donde viven en condiciones de vulnerabilidad y/o exclusión. El acceso a la vacunación es una de las grandes campañas del organismo que desde la década de los 90 ha pasado de un 20 por ciento a un 84 por ciento de niños vacunados.

En la actualidad, Unicef tiene en marcha la campaña "100% niños vacunados", cuyo objetivo es que las vacunas lleguen a las comunidades más remotas del mundo y puedan ser administradas a todos los niños, estén donde estén. No obstante, según advierte el avance se ha estancado en los últimos cinco años porque los servicios de vacunación no están llegando a los niños más vulnerables.

En 2013, 21,8 millones de niños menores de un año (1 de cada 5 en el mundo) no recibieron las vacunas que pueden salvar sus vidas y protegerles de enfermedades y de la discapacidad.

"Los niños que no reciben vacunas son precisamente los que pertenecen a familias más pobres y viven en comunidades a las que es difícil llegar o en zonas inaccesibles a causa de un conflicto", afirma Javier Martos, director ejecutivo de UNICEF Comité Español. "Si el uso de las vacunas existentes se ampliara en 72 de los países más pobres del mundo, se podrían salvar 6,4 millones de vidas más", añade.

Las vacunas protegen a más niños que nunca antes y salvan entre 2 y 3 millones de vidas cada año. Sin embargo, 1,5 millones de niños mueren anualmente a causa de enfermedades como la difteria, el sarampión, el tétanos, la tos ferina, la diarrea o la neumonía, que se pueden prevenir con una simple vacuna, apunta Unicef.

Por ello, el organismo tiene el compromiso de lograr que el 100% de los niños estén vacunados, y por eso la Semana de la Vacunación, que se celebra entre el 24 y el 30 de abril, y quiere recordar la importancia de que todos los niños, estén donde estén, tengan acceso a las vacunas que les protegen de enfermedades potencialmente mortales. Para ello se necesita más financiación y concentrar esfuerzos en llegar a los niños más vulnerables, asegurando el acceso a las vacunas a quienes más lo necesitan.

En situaciones de conflicto y emergencia, la interrupción de los servicios de salud y, por tanto, de los programas de inmunización, pone en riesgo muchas vidas. Por eso la vacunación contra el sarampión o la polio forman parte indispensable de la respuesta de UNICEF en situaciones de emergencia. En Sudán, por ejemplo, muchos niños no han sido vacunados desde 2011 debido al conflicto, y hace unos meses se produjo uno de los peores brotes de sarampión en la historia reciente del país.