Los robots asesinos, máquinas capaces de matar sin la intervención humana, solo existen de momento en la ciencia ficción, pero el desarrollo de la tecnología para construirlos alarma a los defensores de los derechos humanos.

"La tecnología avanza muy rápido en esa dirección. Estados Unidos, Reino Unido, Israel, Rusia, China y Corea del Sur han desarrollado o desplegado precursores de estas armas", explicó a Efe Bonnie Docherty, investigadora especialista en armamento de Human Rights Watch (HRW).

Docherty es la autora principal de un informe de esa organización y la Universidad de Harvard en el que se pide la prohibición del desarrollo, producción y uso de las armas letales autónomas, conocidas como robots asesinos. "Aunque los expertos no se ponen de acuerdo en pronosticar cuándo estas armas podían materializarse, sí coinciden en que su desarrollo es factible y probable si no se dan los pasos necesarios para detenerlo", comentó Docherty. La tesis detrás de esta urgencia es que la prohibición debe llegar antes de que los gobiernos hayan invertido tanto en tecnología para desarrollar estas armas como para no querer dar marcha atrás. "Si el desarrollo no se detiene lo antes posible, existe el riesgo de que versiones preliminares se usen de manera prematura o caigan en manos de grupos armados sin respeto a la ley", argumentó Docherty.