Tal día como ayer hace 62 años los científicos James Watson y Francis Crick publicaron el modelo de estructura en doble hélice del ácido desoxirribonucleico, el ADN, un avance imprescindible para el trabajo de la Policía. Gracias a él, este cuerpo resolvió el pasado año 173 homicidios y 253 violaciones.

A estos casos, se suman la identificación en 2014 de cerca de 2.500 autores de delitos y el esclarecimiento de 3.224 hechos en los laboratorios de análisis de las miles de muestras que cada año llegan a manos de la Policía.

Solo en las dependencias centrales de Científica, ubicadas en el complejo policial de Canillas de Madrid, se analizaron 32.000 muestras de ADN. Sus 64 agentes escudriñan a diario pelos, dientes, esperma, restos óseos, saliva, sangres o células de descamación, aquellas producidas por el roce de partes de cuerpo con prendas u objetos.

Y eso sin contar con las reseñas genéticas de sospechosos, detenidos o imputados en delitos graves. En toda España se efectuaron 14.344, al tiempo que se intercambió con otros países información de perfiles de cerca de 200 asuntos vinculados a homicidios, agresiones sexuales, narcotráfico, secuestros o robos.

Resultados con los que la Policía Nacional celebra el Día Mundial del ADN, que conmemora su descripción en 1953 y la finalización del proyecto del genoma humano.

En la década de los 90, comenzaron a extenderse las técnicas manuales y complejas de extracción de ADN al trabajo policial. Pronto fue evidente su utilidad en el esclarecimiento de delitos.

Pero, ¿qué determina un análisis forense de ADN? Pedro Sogo, jefe de servicio de la unidad de análisis de la Comisaría General de Policía Científica, explica que la particularidad de estos exámenes es la probabilidad, es decir, los resultados de un análisis indican el número de veces que es más probable que ese resto sea de una determinada persona.

Todo análisis lleva aparejado una investigación paralela, en la que una de las fases más importantes es la recogida. "Sin una buena muestra no se puede obtener nada. Dará resultados pero no serán concluyentes. La prueba de campo es vital", subraya. Con ellas trabajan los agentes especialistas. El 80 por ciento está licenciado en biología, química o farmacia, mientras que el resto realiza funciones de gestión, control e intercambio, imprescindibles para el funcionamiento del laboratorio. Seis son que tiene la Policía en Barcelona, Sevilla, Valencia, A Coruña y Granada y el central de Madrid, la "joya" que más cuida el cuerpo, presumen orgullosos algunos de sus agentes, que no ocultan que la mayor parte de la inversión del presupuesto va a manos de estos laboratorios, siempre "a la última" en tecnología.