Tras 10.332 infectados y 4.608 muertos, Liberia fue declarado ayer país libre de ébola, un hito que convierte a este empobrecido país de África occidental en el primero en escapar del devastador virus, pero que hace encender las alarmas sobre la posible complacencia ante una epidemia que aún asuela a Guinea Conakri y Sierra Leona.

En poco más de un año y medio -el virus del Ébola, que nunca antes había aparecido en África occidental- ha infectado a 26.298 personas, de las cuales 10.892 han fallecido.

Es un elevado balance que afectó especialmente a Liberia, dado que el mayor número de muertos se dio en ese país, y aún no ha terminado, puesto que, a pesar del anuncio de ayer, la epidemia prosigue en la región.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró a Liberia país libre de ébola, al haber transcurrido 42 días -dos veces el periodo de incubación del virus- desde que la última paciente fue enterrada de forma segura y no se han registrado nuevos casos.

A priori, esto indica que no hay más casos en el país y que, por tanto, nadie es infeccioso y la transmisión se ha paralizado.

Pero existen aún tres problemas. El primero: que aparezcan casos importados; el segundo: que hay que reconstruir un país que ha quedado devastado; el tercero: la epidemia sigue haciendo estragos en los países vecinos.

El virus apareció en diciembre de 2013 en una zona boscosa de Guinea, fronteriza con Liberia y Sierra Leona, por lo que rápidamente traspasó las fronteras. Ahora hay miedo de que eso se repita, a pesar de las medidas de control anunciadas por el Gobierno, y reiteradas esta semana en Ginebra por su ministro de Comercio e Infraestructuras, Axel Ady.

Según Ady, todas las medidas de control fronterizo y de vigilancia epidemiológica en el país se mantendrán "a medio plazo" para estar seguros de que no surjan nuevos casos.

A finales de 2013, las previsiones del Gobierno indicaban que el PIB iba a crecer entre un 5,9% y un 7%, "pero la epidemia hizo que cayera hasta menos de un uno por ciento de aumento", confirmó el ministro.

Respecto a la recuperación, Ady señaló que uno de los pilares va a ser la rehabilitación del sector sanitario, diezmado por la epidemia, dado que al inicio, gran parte de las víctimas fueron los médicos, doctoras y enfermeros que murieron al tratar sin la precaución debida a los pacientes infectados de ébola.

las claves

Han transcurrido 42 días desde que la última fallecida por el ébola fue enterrada de forma segura. En este periodo no se han registrado nuevos casos.

Liberia se enfrenta ahora a dos retos: evitar que aparezcan casos procedentes de otros lugares, donde la epidemia continúa haciendo estragos, y la reconstrucción del país.