El científico estadounidense Blake Shaw Wilson, experto en el desarrollo del implante coclear moderno, ha resaltado hoy la necesidad de seguir avanzado en la investigación de esta técnica, ya que sólo el 2 por ciento de las personas sordas en el mundo, unas 450.000, se beneficia de ella.

Blake Shaw Wilson, que sido investido doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca (USAL), ha cifrado, en declaraciones a los periodistas, en 450.000 personas las que disponen de implante coclear en el mundo.

Un número que sólo representa el 2 por ciento, ya que se calcula que 25 millones personas podrían beneficiarse de este dispositivo que "restablece o produce por primera vez sensaciones auditivas altamente útiles en personas con sordera o discapacidad auditiva profunda".

El apartado económico es, en palabras del profesor, "una de las barreras", ya que no sólo hay que hacer frente al aparato en sí sino también a una serie de gastos que están asociados a "facilitar la asistencia médica e infraestructuras adecuadas".

De hecho, el científico ha revelado que actualmente está trabajando tanto en hacer que el aparato "sea más asequible" y en "mejorar la atención sanitaria a nivel mundial en lo que respecta a las disfunciones auditivas, incluyendo su prevención, la evaluación de la pérdida auditiva y los tratamientos alternativos a los implantes cocleares".

Ha reconocido que esos dispositivos "siguen sin ser perfectos", porque incluso en los pacientes con los que se ha alcanzado "más éxito" tienen "dificultades para comprender el discurso en entornos acústicos adversos como lugares ruidosos".

Shaw Wilson ha insistido en que tampoco se han logrado "niveles satisfactorios en cuanto a la recepción de sonidos más complejos que el habla" y ha citado como ejemplo "la música sinfónica".

En clave estadística, también ha dicho que se prevé que, en "el año 2020, un millón de personas utilice un implante coclear", que se hacen entre 20.000 y 30.000 cada año.

Asimismo, ha sostenido que los problemas en la audición están aumentado en los últimos años y no porque nazcan más personas con sordera, sino por los hábitos de vida, ya que, según ha remarcado, "cada vez vivimos más en sociedades muy ruidosas", circunstancia a la que también ha sumado que las personas cada vez viven más años.

En su discurso en el Paraninfo de la USAL, el investigador, que lleva trabajando más de tres décadas en el campo de los implantes cocleares, las prótesis neuronales y el tratamiento para la recuperación de la pérdida auditiva, ha revelado sentirse "obsequiado con el mejor de los regalos", en alusión a la concesión del título de doctor honoris causa.