El 95% de los alimentos que se consumen en el mundo proceden el suelo, según la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS), que ha advertido de que la pérdida de fertilidad y la erosión de los terrenos pueden provocar un problema de seguridad alimentaria global, por lo que reclama medidas y acciones concretas para frenar este fenómeno.

Con motivo de la declaración por parte de la ONU de 2015 como Año Internacional de los Suelos, el presidente de SECS, Jaume Porta, ha explicado que cada año se pierde en todo el mundo una superficie de suelo equivalente a Costa Rica (poco más de la mitad de Castilla y León), por lo que demanda a la sociedad medidas y aportaciones individuales. "Cada pequeña acción individual nos lleva a la sostenibilidad o a la degradación colectiva", apunta.

Porta señala que los objetivos de la Sociedad, fundada en 1947, pretenden divulgar y formar al público en el papel crucial que desarrolla el suelo en seguridad alimentaria, adaptación y mitigación del cambio climático, los servicios ecosistémicos esenciales, la lucha contra la pobreza y el desarrollo sostenible.

En este contexto, destaca que el 25% de la biodiversidad mundial se encuentra en el suelo, que es la base para mantener la vegetación, desde los bosques hasta los cultivos, las medicinas o los combustibles y, a nivel animal, es "esencial" también para la biodiversidad salvaje y doméstica.

"En su interior se encuentran millones de organismos que cumplen funciones vitales como la descomposición de restos vegetales y elementos tóxicos, la absorción de componentes de la atmósfera, la regulación del carbono o los ciclos hidrológicos", defiende.