España invierte en becas y ayudas formativas a los estudiantes la mitad que la media en la Unión Europea en un sistema de becas "insuficiente e ineficaz", según el informe "Las becas a examen", elaborado por el sociólogo Xavier Martínez-Celorrio y presentado ayer por la Fundación Bofill.

El estudio refleja un sistema de becas que no ha sido reformado desde 1983, y observa que las becas benefician más a las clases medias que a las bajas, por lo que el sistema, que "debería ser una herramienta para fomentar la igualdad y la equidad", acaba provocando un distanciamiento entre clases.

En plena crisis (2009-2015), España ha recortado 575 millones de euros en becas escolares (casi un 30 %), apunta el estudio, que señala que para equipararse a la media europea, España debería invertir 1.925 millones de euros más.

El principal problema del sistema actual, según Martínez-Celorrio, es que "no está pensado para las personas que han abandonado sus estudios" y no está planteado para prevenir el fracaso y el abandono prematuro en la ESO y bachillerato o FP, ya que excluye al 32 % de los estudiantes entre 12 y 24 años.

El informe apunta que el sistema excluye a todos los repetidores de curso, cuando el 53 % de los hijos de familias desfavorecidas han repetido curso alguna vez antes de los 15 años. Además, el sistema no tiene en cuenta la posibilidad de recuperar los abandonos escolares entre los 18 y los 24 años.