El director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, cree que los nuevos fármacos para combatir la hepatitis C pueden "reducir al mínimo" los trasplantes de hígado en estos enfermos a medio y largo plazo.

Así lo ha manifestado el director de la ONT en una entrevista a EFE en la que ha analizado, con motivo del Día Mundial de la Hepatitis C que se celebra hoy, el impacto de los nuevos tratamientos en la evolución de la enfermedad.

"Los nuevos medicamentos para el virus C están representando un antes y un después en la historia natural de la enfermedad y no es muy frecuente que los médicos tengamos ocasión de asistir a un giro tan tremendo", ha manifestado Matesanz.

No obstante, ha señalado que a pesar de que descenderán los trasplantes en los enfermos de hepatitis C a medio y largo plazo, "no es previsible que vayan a disminuir las necesidades totales de trasplantes".

Esto es así -ha explicado- porque hay un fenómeno de "vasos comunicantes" que ya se dio hace dos décadas con el virus B y, según el cual, cuando una de las causas de trasplantes disminuye, enseguida hay una nueva que ocupa su lugar.

"En este momento hay varias, como los hepatocarcinomas -cáncer de hígado- o el hígado graso", patología que el presidente de la ONT ha calificado de epidemia.

Lo que sí es previsible es que muchos pacientes con hepatitis C eviten el trasplante y otros enfermos puedan ocupar su lugar en las listas de espera.

Además, gracias a los nuevos fármacos, los pacientes con el virus C que hayan sido trasplantados podrán evitar una segunda intervención para realizar un nuevo trasplante, ya que, si son tratados con estos medicamentos "desde el minuto cero", podrán evitar la reaparición del virus, algo "prácticamente constante en todos los pacientes con esta enfermedad".

De esta manera -ha apuntado Matesanz- los trasplantes de hígado por hepatitis C, que en la actualidad representan el 35 por ciento del total de los trasplantes, irán bajando de forma progresiva, pero no desaparecerán "de la noche a la mañana", ha advertido.

"Aquellos pacientes que tengan un hígado muy dañado por el virus C, van a necesitar un trasplante, pero se van a beneficiar de que el virus no vuelva a aparecer en el órgano trasplantado y lo esperable es que haya un descenso progresivo de la incidencia del virus C como causa de trasplante, y que a medio plazo pueda ser un porcentaje muy pequeño", ha explicado.

Preguntado por la posibilidad de que los nuevos fármacos contra la hepatitis C puedan hacer desaparecer en un futuro los trasplantes derivados de esta patología, Matesanz ha subrayado que la causa de una enfermedad "nunca desaparece por completo" y ha recordado que, a pesar de todas las medidas contra el virus B, todavía se realizan trasplantes provocados por este virus.

"Desaparecer, llegar a cero, eso es inviable en cualquier enfermedad, pero reducir al mínimo sin duda sí", ha afirmado.