La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación del mundo, obtuvo el Premio Princesa de Asturias de la Concordia en reconocimiento a una "ejemplar labor asistencial desarrollada a lo largo de cinco siglos", muy visible en casos como la crisis del ébola.

El fallo dado a conocer ayer en Oviedo destaca que esta hermandad católica, que está presente en más de 50 países, "se centra, en los difíciles momentos que hoy vive el mundo, en cuestiones tan sensibles como la epidemia de ébola, las crisis migratorias y, en general, la protección de las personas más desfavorecidas y en riesgo de exclusión".

A esta institución que cada año presta atención sanitaria o asistencial a más de 27 millones de personas, pertenecían también los dos religiosos españoles muertos el pasado año a causa del ébola, una crisis sanitaria ante la que esta institución secular tuvo un papel asistencial muy activo y que ha estado muy presente en el jurado a la hora de conceder el galardón.

El presidente de la Fundación Juan Ciudad, Miguel Ángel Varona, reconoció que las circunstancias de la muerte de los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo a causa del ébola en 2014 han estado muy presentes en la concesión del premio. A ellos, a todos sus pacientes y a la sociedad, por su apoyo, dedicó este premio que, en su opinión, va a servir para llamar la atención sobre la labor que hace esta ONG en los 330 centros de asistencia por todo el mundo, especialmente en América y África. Fundada en Granada en 1593 por Juan Ciudad, está integrada por 1.142 hermanos, unos 50.000 colaboradores profesionales con una vinculación laboral y más de 7.000 voluntarios.