Un equipo de científicos ha encontrado que 26 plaguicidas, incluyendo muchos neonicotinoides (pero no todos), organofosforados y piretroides, mataron a casi todas las abejas analizadas que entraron en contacto con los aerosoles de pesticidas probados en su estudio. Sin embargo, siete pesticidas, incluyendo el glifosato y el acetamiprid, no mataron prácticamente a ninguna abeja en este ensayo.

El glifosato es el ingrediente activo en el herbicida comúnmente conocido como ''Roundup'' y acetamiprid es un neonicotinoide. Los autores de este trabajo publicado en ''Journal of Economic Entomology'', investigadores del Departamento de Investigación Agrícola del de Servicio de Agricultura (USDA-ARS) de Estados Unidos y la Universidad Estatal de Mississippi, en Estados Unidos, analizaron 42 pesticidas de uso común en un ambiente realista de campo con el fin de determinar sus niveles de toxicidad.

Un insecticida denominado sulfoxaflor era cerca de la mitad en términos de toxicidad, un hallazgo importante porque la aprobación de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos fue anulada recientemente por el Tribunal Noveno de Apelaciones. De hecho, se vio que era menos tóxico para las abejas que la permetrina, un insecticida piretroide que se utiliza en la agricultura, los productos plaguicidas domésticos, champús de pulgas para los animales domésticos y en productos de piojos de la cabeza de las personas.

Además, se encontraron cuatro plaguicidas (metoxifenozida spinetoram, carbaril, indoxacarb y 1-cihalotrina clorantraniliprol) que habían sido considerados moderadamente tóxicos para las abejas que tenían mayor riesgo cuando se consideraron concentraciones que se aplican en el campo. Por último, un pesticida, gamma-cihalotrina, que fue considerado como un producto químico de alto riesgo, era solamente de riesgo intermedio cuando se emplea como marca la etiqueta.

Mediante el uso de una torre de pulverización modificada para simular las condiciones de pulverización de campo, los investigadores imitaron una situación en la que se rocía accidentalmente a una abeja adulta en un campo de algodón. La fumigación del campo con insecticidas y otros pesticidas puede efectivamente matar insectos, incluyendo las valiosas abejas de miel, y el riesgo para esta especie puede reducirse mediante la selección de plaguicidas con menor toxicidad en aplicaciones de campo.

Este estudio determinó que un número de plaguicidas, incluyendo un neonicotinoides, supone poca o ninguna toxicidad para las abejas, lo que significa que podrían ser alternativas eficaces a los organofosforados, carbamatos y otros neonicotinoides. "Nuestros datos proporcionan una escala de cuantificación para ayudar a los especialistas en extensión y agricultores en la selección de plaguicidas para mantener el control efectivo de las plagas objetivo y al mismo tiempo minimizar el riesgo para las abejas melíferas", subrayan los autores.