A principios de este año el Gobierno aprobó la legalización de tragaperras, así como la opción de las apuestas cruzadas on-line. Hasta esa fecha, estas dos modalidades habían quedado fuera de la reforma del juego on-line de 2012, en que se empezaron a ofrecer en la web el póquer, las apuestas deportivas, los juegos de bingo; pero ahora hay que sumar las tragaperras en los casinos con licencia.

El Estado garantizó que se establecería mayor protección de los menores y que prevendría conductas adictivas, incorporando medidas destinadas a favorecer el juego responsable; entre esos predeterminar el gasto y el tiempo a invertir en la sesión de juego, y un sistema que avise de forma periódica el tiempo que lleva jugando y el dinero invertido. Condiciones que se han cumplido, porque se considera que los juegos on-line están bien regulados y gozan de una buena seguridad jurídica.

En cuanto a los datos actuales del año 2015 sobre los juegos de azar, encontramos que los españoles gastan más de 22 millones de euros cada día en apuestas, lo cual nota un gran incremento a los 7.5 millones de euros que se gastaba en el 2012. Según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) órgano dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Publicas, en este año hubo una media de 383.212 jugadores activos, un 6% más respecto al 2014, y un 34% de incremento si se compara con el 2013. Incluso en el registro de usuarios mensuales por primera vez también se presentó un incremento, aunque menor; 140.491 en el 2015, en comparación con el 123.726 del año 2013.

Con respecto al juego on-line, a pesar que la industria no ha desarrollado el nivel de crecimiento estimado antes que se implementara la nueva regulación; ha habido un aumento de 120% del margen de juego. Uno de los principales retos de este tipo de modalidades del juego de azar es eliminar el estigma que aún posee en España. Se vislumbra que en cinco años habrá una clara convergencia entre el sector presencial y el on-line, que se apostara a través de dispositivos móviles y se utilizarán los locales presenciales como un sitio de cobros, pagos y visualización de eventos deportivos.

Lo importante es contemplar la actividad como un apartado más de ocio y entretenimiento, y ajustarse a un presupuesto determinado sin variarlo sin importar si se gane o se pierda.