Las tarjetas bancarias son utilizadas mayoritariamente por los viajeros españoles, en un 73%, siendo las tarjetas de crédito usadas por un 42% y las de débito por un 31%, dejando aún un 27% para el pago en efectivo, según el barómetro turístico Brain Trust.

El informe también muestra que los préstamos personales o los aplazamientos en el pago no son hábitos frecuentes de los viajeros españoles para financiar sus actividades de ocio.

El análisis del pago por franjas sociales revela que la clase social influye de forma determinante, siendo la capa alta de la sociedad española la que más frecuentemente utiliza la tarjeta de crédito, con un 64%, frente a un 32% de las clases sociales de menor nivel adquisitivo.

El uso del dinero en efectivo destaca en las franjas de menores ingresos, con un 34%, frente a un 13% en la parte de la sociedad española que genera mayores ingresos.

A MÁS PARO, MÁS EFECTIVO.

Por regiones cabe destacar diferencias significativas que podrían catalogar a las zonas según su cultura más o menos conservadora, o incluso según su nivel de empleo.

Así los naturales del País Vasco, región con un bajo nivel de paro, utilizan la tarjeta de crédito en un 50%, frente a un 17% que paga en efectivo; por el contrario en Andalucía, región con un alto nivel de desempleo gana el dinero en efectivo con un 34%.

Esto demuestra según el estudio que, a mayor nivel de empleo y por tanto de ingresos, la tarjeta gana, frente a otras zonas con una mayor tasa de paro, donde se impone el pago de los viajes en efectivo.

La misma tendencia se desprende del análisis por edades. Los jóvenes, que por regla general tienen mayor dificultad para incorporarse al mercado laboral, se decantan por el pago en efectivo en un 36%, mientras que los viajeros seniors sólo lo hacen en un 26%.

VIAJAR SIN SEGURO, LO MÁS NORMAL.

El barómetro revela también que los seguros que ofrecen las tarjetas de crédito son un motivo importante para el uso de las mismas. Un 51% de los españoles aún viaja sin seguro en sus desplazamientos de ocio, frente al 19% que lo hace con el seguro que ofrecen las entidades financieras proveedoras de las tarjetas.

Asimismo, un 10% viaja con el seguro de viaje incluido en su póliza privada de salud, y un 18% lo contrata bien a nivel individual o a través de su agencia de viajes.

El estudio señala además que los seguros contratados por los viajeros no suelen ser para cubrir prestaciones habituales de asistencia sanitaria (22%), ni cobertura por accidentes (15%), sino para eventuales problemas como la cancelación (31%) o la pérdida de vuelos o maletas (26%).

"Estos datos permiten a los proveedores turísticos conocer mejor las costumbres de sus clientes y utilizar dicha información dentro del análisis del Big Data, para poner en el mercado ofertas, productos y servicios completamente personalizados", explicó el responsable de la ficisión de turismo y ocio de Brain Trust, Ángel García Butragueño.