La lluvia aguó ayer las cabalgatas de los Reyes Magos en los municipios del norte de Tenerife. En siete localidades se suspendió el paseo de Sus Majestades por las calles y se sustituyó por actos en recintos cerrados. Solo La Orotava, Los Realejos, Puerto de la Cruz, Icod, Los Silos, Garachico y Buenavista mantuvieron los desfiles, algo deslucidos por el mal tiempo, y en algunos casos con recorridos más cortos de lo previsto.

Niños y mayores tuvieron que conformarse con ver a los Reyes bajo techo -en iglesias, auditorios y pabellones- en El Tanque, San Juan de la Rambla, La Guancha, Santa Úrsula, La Victoria, El Sauzal y Tacoronte.

En Buenavista la cabalgata se iba a trasladar al Teatro Cine Municipal, pero una tregua de la lluvia permitió completar el recorrido. En Los Silos salió, pero en versión reducida y con la parte final en el antiguo convento.

Santa Úrsula, que en 2016 no adelantó la cita con los reyes al día 4, tal y como se venía haciendo en los últimos años, se quedó ayer con las ganas de sacar a Sus Majestades a la calle. Para atender a los niños se organizó una recepción improvisada en la iglesia.

Un año más, y pese a la lluvia, la cita más concurrida fue la de La Orotava, seguida de otras cabalgatas como las de Puerto de la Cruz, Los Realejos, Icod y Garachico, que tuvo que recortar notablemente el recorrido debido al mal tiempo.

En La Orotava, tanto la comitiva como el público mermaron por las lluvias de la tarde, pero se pudo mantener la ilusión y el esplendor gracias a unas horas sin agua.

En el Puerto de la Cruz el desfile real fue organizado por la Asociación Ya Vienen los Reyes, que contó con el apoyo de numerosos voluntarios pese al mal tiempo y la amenaza de suspensión.

En Los Realejos, los Reyes no pudieron cambiar la carroza por los camellos, como estaba previsto, y tuvieron que hacer todo su paseo a motor y ante muchos paraguas.