Un estudio elaborado por la Universidad de Oviedo, ha determinado que el modelo de crecimiento urbano a la americana, basado en urbanizaciones residenciales alejadas del centro histórico, crece cada vez con más fuerza en España.

Publicado en ''European Planning Studies'', este trabajo alerta sobre la creciente dispersión de las ciudades españolas y su autor principal, Fernando Rubiera, propone a los líderes políticos que acometan nuevas medidas de restricción del suelo.

Rubiera ha explicado que la dispersión urbana, un fenómeno muy común en Estados Unidos, Iberoamérica y algunos países de Asia, era prácticamente inexistente en Europa hasta hace apenas unas décadas. Las ciudades del viejo continente, sin embargo, han comenzado a imitar el modelo de crecimiento basado en zonas residenciales dispersas y alejadas del centro.

Esto se debe, según los expertos, a la pujanza del sector de la construcción durante la pasada década que terminó con el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Para realizar esta investigación, los científicos han utilizado ortofotos, imágenes tomadas por satélite, para analizar cómo han ido creciendo las ciudades españolas en los últimos años. Han observado así que España se ha dividido entre ciudades muy compactas y otras que alcanzan altos niveles de diseminación, comparables a Estados Unidos o Iberoamérica.

LLEIDA, LA MÁS DISPERSA

Entre las más dispersas, destaca Lleida; y entre las menos, Madrid, aunque con matices. El fenómeno de la dispersión afecta especialmente áreas metropolitanas policéntricas como los casos de Murcia-Cartagena; Cáceres-Badajoz, La Coruña-Vigo-Santiago y, en Asturias, Oviedo-Gijón-Avilés.

El estudio no solo ha trazado la radiografía de la dispersión urbana sino que también ha ahondado en sus causas. Así, los resultados demuestran que la estructura económica tiene más importancia que los factores geográficos o climáticos a la hora de explicar la dispersión de las ciudades españolas.

De este modo, señalan que, aquellas localidades especializadas en servicios tienden a ser más compactas que las muy industrializadas. Del mismo modo, las ciudades que mantienen un centro muy dinámico, con actividad comercial muy intensa, son las que conservan un crecimiento más compacto.

Rubiera explica que, aunque el estudio no se ha centrado en Asturias, el área central de la comunidad autónoma, con alto desarrollo industrial y estructura policéntrica, "es peligrosamente tendente al crecimiento disperso". Este profesor añade que Asturias y Galicia comparten problemas de diseminación urbana aunque de naturaleza diferente.

Así, el Principado tiende a la concentración en los núcleos de población rurales y a la diseminación de los urbanos. En Galicia, sucede lo contrario.

PROBLEMAS DE SOSTENIBILIDAD

Los expertos advierten de que la creciente dispersión urbana, un fenómeno muy vinculado en todo el mundo a la generalización en el uso del automóvil, comienza ya a plantear problemas de sostenibilidad económica y medioambiental con importantes consecuencias para la evolución de las ciudades.

Rubiera ha indicado que la creación de urbanizaciones con viviendas unifamiliares obliga, por ejemplo, a dotarlas de servicios públicos como transporte, educación o sanidad. Además, destaca que los municipios pequeños colindantes con los más grandes han promocionado este estilo de vida relajando las normas urbanísticas para tratar de incrementar su población.

El estudio recomienda, en sus conclusiones, acometer nuevas medidas de restricción de suelo público, especialmente en áreas costeras o de especial interés medioambiental.