Considerado uno de los neurocirujanos más eminentes de Gran Bretaña, Henry Marsh se encontraba ayer en Barcelona para presentar su libro "Ante todo no hagas daño", en el que refleja los pormenores de su profesión y revela todo lo que sucede cuando sus manos hurgan en el cerebro humano.

En una entrevista, comenta que el cerebro es "la cosa más complicada y más compleja que conocemos, de la que en realidad apenas sabemos nada". "Dudo que lo lleguemos a conocer en su totalidad, pero sólo los locos se atreven a predecir el futuro", aseveró.

En este punto, advirtió de que la ciencia se basa en la experimentación y "es muy difícil experimentar de forma directa con el cerebro humano".

Éxito mundial, escogido "Mejor Libro del Año" por el Sunday Times y el New York Times, "Ante todo no hagas daño" llega ahora a España de la mano de Salamandra, enfrentándose el lector con diferentes casos en los que Marsh ha trabajado a lo largo de sus cuarenta años de profesión, en los que han sido habituales los aneurismas, los meningiomas, los infartos o el carcinoma.

Con honestidad, el doctor tanto muestra enfermos a los que ha curado, tras complicadas operaciones a los mandos de un microscopio ultrapotente y con un catéter de alta precisión, como describe terribles situaciones en las que es imposible salvar una vida.

Comentó que la idea de poner sus vivencias negro sobre blanco surgió de su segunda esposa, que es escritora y antropóloga, y quien al leer sus diarios personales le dijo que debía convertirlos en un libro.

Cree el neurocirujano que si ha conectado tan bien con el público es porque hasta ahora era "inusual" encontrarse con volúmenes en los que se reconoce que no siempre todo sale bien en el campo médico y que se cometen errores, de que "hay momentos de triunfo y otros de desesperación".

Sobre si debe decirse siempre la verdad al paciente, Henry Marsh responde que lo primordial "es decirse la verdad a uno mismo", mientras que a los enfermos "no siempre hay que decirles toda la verdad". Con una persona que tiene un tumor cerebral canceroso fatal es partidario de utilizar frases como: "Si hay suerte con la operación, podrás vivir algunos años, porque si se le dice que morirá antes de un año te arriesgas a que se vuelva tan triste e infeliz que acabe deprimido".

A su juicio, "la manera en cómo se dicen las cosas a los pacientes es muy importante y es algo muy difícil de hacer" y muestra su convencimiento de que si se midiera su flujo cerebral mientras practica operaciones de alta precisión solo se vería una parte de su cerebro funcionando, mientras que cuando habla con el paciente en la consulta es todo su cerebro el que funciona.

A pesar de la dureza de algunas páginas, Marsh también adereza otros momentos con un particular sentido del humor, especialmente, cuando se queja de la burocracia médica.